El Obispado alega, ante las denuncias presentadas, que ello es parte de la ciudad
Vecinos y su derecho a la tranquilidad frente a campanas de la Catedral y elevado ruido que les molesta. He aquí el dilema. Mientras se alega que los ruidos medidos legalmente "son intolerables, el Obispado dice que son parte de la idisincracia de la ciudad de Jaén.
El Obispado de Jaén ha presentado las alegaciones al informe elaborado por la Patrulla Verde en el que se constata que los decibelios de las campanas de la Catedral de Jaén superan el nivel sonoro o de vibraciones permitidos, tal y como ha denunciado en reiteradas ocasiones un vecino de la zona.
El abogado del obispado argumenta que las campanas de la Seo, son un hecho histórico y cultural que se imbrica en la vida de la capital jienense, formando parte de su idiosincrasia.
Diez años denunciando molestias en su domicilio
Según informa el diario “Ideal” de Jaén, las alegaciones serán previsiblemente las únicas que se presenten contra este informe, toda vez que el vecino a instancias del cual se inició todo este proceso ya ha afirmado que no va a presentar ninguna.
Nivel sonoro superior al legal
La Patrulla Verde emitió «informe desfavorable», lo que supone que han registrado un exceso sobre el nivel sonoro o de vibración superior al permitido, según el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica de Andalucía.
Reiteradas denuncias
El Ayuntamiento de Jaén realizó el pasado 19 de diciembre la medición del ruido de las campanas de la catedral en cumplimiento de una condena del Tribunal Supremo de Andalucía (TSJA) a raíz de las «reiteradas» denuncias presentadas por ese vecino, Antonio Rus. «Se trata de dar cumplimiento a un mandato judicial sobre un ejemplo de lo que no se debe hacer. El anterior equipo de gobierno del PP no abordó adecuadamente la denuncia de ruidos de un vecino y ahora estamos obligados a hacer las mediciones que no se pudieron hacer en su momento», explicó ese mismo día el concejal de Medio Ambiente, José Luis Cano (IU).
Medición
El TSJA obligó al Ayuntamiento a medir el ruido de las campanas en noviembre de 2007. El vecino denunciante, Antonio Rus, detalló que reside en su domicilio, ubicado muy cerca del templo catedralicio, desde la década de los 80 y que ante los «excesivos» decibelios de las campanas que perturbaban gravemente su descanso decidió en noviembre de 1999 interponer la primera denuncia con el fin de que se cumpliera la ordenanza municipal.
“Nivel de ruidos es intolerable».
Una vez que interpuso la denuncia, la Patrulla Verde de la Policía Local de Jaén hizo una medición en enero de 2000 de los ruidos que derivó en un informe técnico en el que «se constataba que el nivel de ruidos es intolerable».
