Los seguidores de una rentable orden religiosa tienen el cuerpo de su fundador congelado Alegan que se encuentra desde hace meses en un estado de meditación profundo Su mujer y su hijo aseguran que murió de un ataque al corazón y piden po
El cuerpo de Shri Ashutosh Maharaj, fundador de la orden religiosa Divya Jyoti Jagrati Sansthan, fue guardado en una habitación hace pocos meses en Jalandhar, en el estado indio de Punjab. Sus miles de seguidores lo mantienen allí, congelado, porque entienden que su gurú está vivo, en un estado de meditación profundo, y que algún día decidirá despertarse. La mujer y el hijo del líder religioso no se creen esa versión. Aseguran que está muerto y ahora exigen una investigación para aclararlo.
El pasado 29 de enero los médicos declararon que Ashutosh Maharaj había fallecido por un posible ataque al corazón. "Clínicamente muerto", dijeron. El propio gurú les había llamado previamente porque notaba un fuerte dolor en el pecho. Sus fieles no aceptaron el diagnóstico definitivo y se llevaron el cuerpo, impidiendo que la familia pudiese realizar la cremación del cadáver como marca la tradición hindú.
Para sus discípulos, su gurú entró en un estado de introspección máximo, conocido como Samadhi, así que optaron por congelarle en su ashram (centro de meditación). "Su Santidad Shri Ashutosh Maharaj ji ha estado en profundo estado de meditación desde el 29 de enero de 2014", se lee en la página web de la secta. Quieren que cuando se despierte su cuerpo no haya sufrido con el paso del tiempo. Sólo algunos ancianos y médicos de la secta pueden acceder a la cámara custodiada. Su teoría se basa en que el cuerpo no se deterioró entre la fecha de la muerte y la entrada en el congelador, lo que explicaría, según ellos, que la muerte científica no es lo mismo que la muerte espiritual.
Mujer e hijo no se lo creen
Esta semana, la mujer y el hijo del gurú han presentado una demanda ante los tribunales para que se investigue la situación y se aclare el estado en el que se encuentra Ashutosh Maharaj. Para ello, exigen poder ver el cuerpo, algo que no pueden hacer desde que un tribunal de Punjab, apoyado por el gobierno regional, decretó que el cuerpo pertenece a los fieles y ellos pueden hacer con él lo que crean. Tampoco la policía puede intervenir.
No obstante, madre e hijo entienden que los discípulos de la orden pretenden conservar el mito de su líder para mantener el control sobre su importante negocio. Y es que la secta de Ashutosh Maharaj, fundada en 1983 en Punjab, tiene cientos de miles de seguidores por todo el mundo, con más de un centenar de centros en India, Estados Unidos, Europa, Latinoamérica y Oriente Próximo, lo que supone un conjunto de propiedades por valor de varios millones de euros. Eso hace que este gurú sea -o fuera- uno de los líderes religiosos más ricos del país asiático.
Sin él presente, sus fieles no tienen ninguna duda de cómo será la sucesión en la dirección de la secta. "Sólo él puede decidirlo. Lo anunciará cuando despierte de su meditación", dijo a la prensa local Jaya Bharti, uno de los portavoces de esta orden religiosa, cuyo nombre significa Misión del Despertar de la Luz Divina.
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