Ni es un libro de texto de la Junta de Andalucía ni enseña a los menores a masturbarse: es un cuadernillo didáctico del Ayuntamiento de Sevilla que incide en la autoestima, la igualdad y la responsabilidad
“¿Quiere leerlo? Porque a mí me da pudor”. Una Macarena Olona (Vox) compungida ofrecía a Juan Manuel Moreno (PP) un supuesto libro de texto en el que, aseguraba, se enseña a escolares de diez años qué es la masturbación. Moreno declinó la oferta sin saber muy bien a qué atenerse, y tenía motivos para ello: lo que le mostraba la candidata de ultraderecha era en realidad un cuadernillo de educación afectivo-sexual que edita el Ayuntamiento de Sevilla, que no forma parte del programa educativo obligatorio y que se incluye como oferta complementaria para los centros o aulas que quieren abordar la cuestión.
El cuadernillo, elaborado por monitores especializados, es parte del material de un taller de educación afectivo-sexual que se incluye en las opciones complementarias que ofrece el Consistorio hispalense como apoyo educativo, que abarca cuestiones tan dispares como alimentación saludable, hábitos de higiene, prevención de accidentes, igualdad, memoria histórica, la primera vuelta al mundo o el cine. Además de este material, un equipo técnico del área municipal de Salud trabaja con el profesorado para abordar los diferentes temas.
¿Y qué es lo que dice el famoso cuadernillo sobre la masturbación? Pues bien poco, porque al mencionar las diversas formas de expresar la sexualidad (página 21) se alude a que se puede hacer “de manera individual, con el propio cuerpo (autoestimulación o masturbación)”, y se apunta que “la autoestimulación de los genitales es una conducta placentera y frecuente en la adolescencia, y que ayuda a conocer el propio cuerpo”. La afirmación se hace en el contexto de un apartado en el que se explica a los chavales cómo es su cuerpo y los cambios que se experimentan en el mismo en la adolescencia, con el despertar de un deseo que puede llevar a relaciones que “tienen que ser deseadas y realizadas dentro de un clima de afecto, de responsabilidad y de respeto”.
El texto incide en que “las relaciones sexuales deben estar basadas en el respeto, la igualdad y la responsabilidad, independientemente del sexo de las personas”, y que “cada persona es dueña de su cuerpo: nadie puede tocarlo sin su consentimiento; si no, estaríamos hablando de abuso y/o agresión sexual”. Por ello, recuerda que “no hay que dejarse engañar ni amenazar, ni que otras personas impongan sus deseos”.
El cuadernillo, que hace especial hincapié en reforzar la autoestima de los escolares, enmarca la sexualidad en un contexto que relaciona con conceptos como afectos, sentimientos, emociones, amor o ternura. Asimismo, además de animar a los chavales a abordar estas cuestiones también con su familia, se detiene en repasar los cambios que se producen en el cuerpo con la pubertad, explicando por ejemplo en qué consiste la menstruación, a la que se refiere como “un signo de salud”. De hecho, recomienda evitar la expresión “estoy mala” y cambiarla por “estoy con la regla”.
Desde el Ayuntamiento hispalense se apunta que cuadernillos de este tipo se utilizan desde hace varios años, que están elaborados por personal experto y que nunca se ha producido ni una denuncia ni ningún tipo de advertencia por parte de la Delegación Provincial de Educación.
‘Pederastas’ en las aulas
Todo ello no evitó que Olona pusiera el grito en el cielo, relacionando esta actividad educativa con la pederastia. En este sentido, aseguró –dirigiéndose a Moreno– que “si a sus hijos o a mi hijo se les acerca un hombre o una mujer en el parque y les habla de masturbación, llamaría a la Policía Nacional”. “Ustedes han metido a esas personas del parque en las aulas andaluzas”, con el agravante a su juicio de que esta situación la sufren sobre todo las familias “que no pueden pagar colegios privados”, ya que entiende que esta materia “solo se enseña en colegios públicos y concertados”.
“¿Quiere el libro?”, terminó Olona su intervención ante un circunspecto Moreno, que respondió con un lacónico “No, gracias”. A continuación, se centró en su apuesta por un modelo educativo “de calidad” y en el que los padres tengan “libertad para escoger su centro” para que así la educación funcione como “ascensor social”.
La cuestión de la masturbación siguió presente en el debate, ya que momentos después era la candidata de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, la que le recordaba a la aspirante de ultraderecha que la educación sexual es algo que “está regulado por ley y protege de situaciones de acoso que están fuera y que tienen que saber reconocer”. De paso, y tras apuntar que había escuchado su discurso previo “con los pelos de punta”, citó a Woody Allen, que “decía que nadie diga nada en contra de la masturbación, porque al fin y al cabo es hacer el amor con quien más te quiere”. “Yo lo recomiendo vivamente”, apostilló.
