Antes de octubre, sin embargo, deben presentarse los Presupuestos Generales del Estado para 2007, en los que debe reflejarse la partida presupuestaria para la Iglesia católica. Los dos únicos aspectos en los que Iglesia y Gobierno están de acuerdo giran en torno a la necesidad, por un lado, de acabar con el «complemento presupuestario» (cantidad con cargo a los Presupuestos con la que el Estado completa el dinero destinado a la Iglesia, si no resulta suficiente con los ingresos vía IRPF); y por el otro, de que cualquier decisión que se tome al respecto de la financiación de la Iglesia sea compatible con los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979, que el Ejecutivo socialista se ha comprometido a «no tocar» al menos durante la presente legislatura. En cambio, las diferencias se hacen evidentes al plantear las distintas soluciones técnicas para alcanzar un sistema estable. Mientras los técnicos de la Conferencia Episcopal, tras cotejar los datos de los últimos años, estiman necesario aumentar en tres décimas el actual porcentaje, hasta alcanzar el 0,82 por ciento de los impuestos, el Ministerio de Hacienda apuesta por establecer un sistema transitorio, de tres a cinco años de duración, que culmine con la total autofinanciación de la Iglesia.
La casilla 105 · por Paco Cano
La Iglesia recauda 358 millones de las declaraciones de renta, pero solo un 2% se destina a asistencia…