Se han perdonado condenas a aragoneses por provocar incendios, robar, traficar con drogas o agredir a agentes de la Policía, entre otros delitos.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció el pasado viernes la aprobación de trece indultos en el Consejo de Ministros, los que tradicionalmente preceden a la Pascua y que son concedidos con la intercesión de las cofradías de la Semana Santa. Uno de los perdones favorece a un preso de una cárcel zaragozana y otro, a un recluso del centro penitenciario de Teruel. Ambos están ya en la calle, uniéndose a la lista de aragoneses que han sido indultados a lo largo de esta última legislatura. En total son 34.
La cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro consigue cada año el perdón para un zaragozano que cumpla con unos requisitos. Antes lleva a cabo un largo proceso de acompañamiento con varios presos, los entrevista y observa en ellos un claro arrepentimiento y una férrea voluntad de reinsertarse en la sociedad y reparar el daño causado.
El hermano mayor de la cofradía, José Manuel Etayo, explica que ese trabajo “se hace de la mano de los trabajadores sociales y del centro de inserción social 13 rosas”. “Elegimos, durante todo el año, una terna de personas con un informe favorable y trasladamos esa lista a Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Justicia, y es ahí donde se selecciona al preso que finalmente va a ser indultado”.
“Nuestro plantemiento -abunda Etayo- es que la actitud de esa persona sea de reflexión sobre sus actos, que reconozca que ha hecho algo malo. Y debe aceptar el entrar en un proceso de reintegración sociolaboral. Nosotros tratamos de apoyar ese proceso”.
La cofradía anuncia el indulto anual de la mano del Justicia de Aragón e invita a la persona (cuya identidad permanece en un anonimato casi absoluto) a procesionar el Jueves Santo y a integrarse en la propia cofradía. Más de uno se ha hecho hermano de La Piedad y ha introducido en sus hábitos personales el participar en sus actividades como un miembro más.
Delitos de toda naturaleza
Los dos primeros aragoneses que recibieron el perdón en esta legislatura supieron de la decisión en la cincomarzada de 2012. Son un zaragozano condenado por un delito de lesiones al causar “la pérdida o inutilidad de órgano principal” a otra persona y un oscense que había robado en un domicilio particular.
Al primer aragonés exonerado por el exministro Alberto Ruiz-Gallardón se le condonaron dos años de prisión siempre que no volviese a cometer delito doloso en un plazo de cuatro años y al segundo se le puso como condición el seguir un programa de rehabilitación (no se especifica qué tipo de sustancias consumía) y no reincidir durante el siguiente trienio. Si ha seguido limpio y con las manos en los bolsillos, a estas alturas el citado vecino de Huesca ya habrá recuperado su condición previa a la cárcel. El zaragozano ya está plenamente reinsertado.
En estos cuatro años se han perdonado condenas por delitos de toda naturaleza: falsedad en documentos mercantiles, tráfico de estupefacientes (desde menudeo hasta contrabando a gran escala), homicidio en grado de tentativa, originar un incendio de manera intencionada, agredir a agentes de Policía… El ministro de Justicia es el responsable último a la hora de firmar los indultos, que se publican en el Boletín Oficial del Estado.
Pillado en el peaje de Fraga
La última amnistía concedida en Aragón -exceptuando las dos de Semana Santa- corresponde a un caso de tráfico de drogas en las que el protagonista debe satisfacer una multa de 100.000 euros. Se trata de un ciudadano de origen colombiano que fue interceptado por la Guardia Civil a la 1.30 de la mañana del 11 de noviembre de 2014 en el peaje de la AP-2 en Fraga. Viajaba en un autobús que cubría la línea entre Cambrils y Zaragoza cuando los agentes decidieron inspeccionar el vehículo.
Al observar, según la sentencia, “la actividad anormalmente inquieta del acusado”, procedieron a identificarlo y registrarlo. Portaba una bandolera que con 2.170 euros en efectivo y dos teléfonos móviles. Además, en la plaza contigua a la que ocupaba se hallaba una bolsa (siendo el único pasajero próximo ya que hasta la mitad del autobús y la mitad posterior estaban vacías) que contenía, una vez analizada, 780,84 gramos de cocaína con una pureza de un 64,49% con un valor en el mercado ilícito de 70.584,89 euros. Se le ha perdonado la mitad de su condena de cuatro años.
En la recta final de la legislatura, ya con Rafael Catalá como titular de la cartera de Justicia, se han primado los indultos para los camellos de poca monta. Y se ha ganado en sensibilidad hacia el grave problema de laviolencia de género. La propia vicepresidenta precisó que esta Semana Santa se han denegado quince indultos, a pesar de contar con informe favorable, por estar relacionados con delitos de violencia machista o sexual: “Las 15 denegaciones se refieren a delitos de violencia de género, de índole sexual, en los que este Gobierno no ha concedido ningún indulto ni ahora ni en los cuatro años de la legislatura pasada”. En Aragón, al menos, se ha cumplido esta premisa.