El velo integral es «una ofensa a la dignidad de las mujeres», dice Sarkozy.- El Consejo de Estado, órgano consultivo del Ejecutivo, considera ilegal vetar el «burka» en la calle
El Gobierno de Nicolas Sarkozy prepara ya un proyecto que ley, que presentará en el mes de mayo, que prevé prohibir el burka en cualquier espacio público de Francia. Esta prenda de vestir constituye «una ofensa a la dignidad de las mujeres», ha asegurado hoy Sarkozy en la reunión del Consejo de Ministros, según el portavoz del Ejecutivo, Luc Chatel.
La elección de un proyecto de ley -y no de medidas reglamentarias- para prohibir el uso del velo integral islámico obliga a que el texto pase por el Consejo de Estado, supremo órgano consultivo del Gobierno, que en marzo pasado hizo público un informe en el que aseguraba que prohibir en la calle a las musulmanas vestir ropas que les cubran el cuerpo y el rostro (ya sea el burka o el niqab, que deja al descubierto los ojos), desde el punto de vista legal, entraña «cierta fragilidad jurídica, riesgos e incertidumbres». El organismo francés rechazaba una prohibición taxativa y abogaba por una más laxa, condicionada a determinados lugares públicos, y proponía medidas disuasivas para eliminar progresivamente el fenómeno.
El debate del velo integral comenzó en Francia en junio de 2009, a instancias de un diputado comunista. Su iniciativa se transformó en una comisión parlamentaria que, tras consultar con varios especialistas, sociólogos, representantes del mundo musulmán y hasta una mujer con niqab, entre otros, concluyó en enero que el velo integral debería prohibirse en determinados lugares públicos, entre los que se contaban los transportes colectivos.
El mes pasado, la Comisión de Interior de la Cámara de Diputados de Bélgica aprobó por unanimidad una proposición de ley que prohíbe el uso del velo integral islámico en los espacios públicos. La iniciativa, que pretende evitar la utilización de prendas de vestir que impidan la identificación de una persona en los lugares públicos, debe ser aprobada por el pleno de la Cámara de Diputados y por el Senado.
El debate sobre la cuestión ha resurgido con fuerza en los últimos días en España, después de que Najwa Malha, una adolescente de 16 años, fuera apartada de las clases por llevar el pañuelo islámico (hiyab) en su instituto de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Ayer, el Consejo Escolar del colegio público rechazó modificar el reglamento que impide acudir al aula con hiyab. El Ministerio de Justicia, en un comunicado, señaló que la libertad religiosa ampara la forma de vestir de la chica, pero la Comunidad de Madrid respaldó al colegio y la prohibición.