Unos tres millones de personas, descendientes de quienes fueron expulsados de España en 1492, podrían beneficiarse de la medida
COMENTARIO: Un ejemplo de cómo religión y política se condicionan mutuamente y afectan a decisiones de los gobernantes. En este caso todo un modelo de geoestrategia ante la actual situación política internacional del genocidio perpetrado por los judios en Gaza.
El Gobierno español reactivará la concesión de la nacionalidad española por carta de naturaleza a todos los judíos sefardíes, descendientes de quienes fueron expulsados de España en 1492 por los Reyes Católicos. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, presentarán hoy, en un acto que se celebrará en el Centro Sefarad-Israel, el procedimiento mediante el cual se llevará a cabo la medida, de la que podrán beneficiarse unos tres millones de personas.
La concesión de la nacionalidad a los sefardíes viene aplicándose, aunque no de forma masiva, desde finales de los años ochenta. Así por ejemplo, entre 2006 y 2010, el Gobierno concedió 844 cartas de naturaleza, una amplia mayoría de las cuales, 698, fueron a sefarditas. Pero en 2009, el Ejecutivo de Zapatero puso freno a dichas concesiones. Durante el presente año, se han concedido unas 120 nacionalidades, después de que Rajoy volviese a ponerlas en marcha, y centenares más aguardan a que se resuelva la solicitud presentada.
La mayor parte de sefardíes están repartidos por países como Israel, Francia, Estados Unidos y Turquía, aunque también hay importantes comunidades en México, Costa Rica, Cuba, Argentina, Chile, Turquía, Venezuela, Francia, Bélgica o Grecia. El Gobierno no ha calculado aún cuántos de ellos se acogerán a una medida que tiene un cierto tinte de reparación histórica.
Hasta el momento, los sefardíes tenían un tratamiento especial en la normativa que regula la adquisición de la nacionalidad española. Así, en lugar de exigírseles un plazo de diez años de residencia legal en España, bastaba con que acreditaran dos. Para que les sea concedida la nacionalidad, deberán demostrar que mantienen "profundos e intensos lazos emocionales, históricos y afectivos con el Reino de España" y la conservación de "la tradición de su procedencia española", para lo que se valorarán los documentos que tengan en su poder, como libros o artículos que se refieran a su familia.
La decisión de conceder la nacionalidad española a los judíos sefardíes puede ser interpretada como un gesto de buena voluntad hacia Israel a pocos días de que Palestina presente ante la Asamblea General de la ONU su solicitud para convertirse en Estado observador, lo que obligará a España a posicionarse.