Se estrecha el cerco sobre los más estrechos colaboradores del obispo Zornoza, salpicando a la gestión del propio prelado gaditano. La investigación judicial abierta en el Juzgado de Instrucción de Barbate, en Cádiz, iniciada a raíz de una denuncia del Obispado de Cádiz contra Antonio Casado Delgado, dio el pasado día 26 de mayo un vuelco considerable. A petición de la fiscalía, el juez instructor ha ordenado la práctica de diversas diligencias para averiguar la estructura, composición y patrimonio del Fondo Diocesano del Clero de Cádiz.
El Juez de Barbate ha citado a declarar a los anteriores ecónomos diocesanos Antonio Diufaín y Francisco Granados, que tendrán que comparecer en el juzgado el próximo día 25 de junio a las nueve de la mañana.
Al parecer, sobre el funcionamiento del fondo del clero de Cádiz hay de todo, menos transparencia. El Obispado apenas publica datos en su página web oficial.
Se sospecha que fuertes inversiones económicas realizadas en la adquisición de productos financieros del extinto Banco Popular dieron al traste con el dinero depositado.
La actual Ecónoma del Obispado de Cádiz, Carmen Lobato, compareció en el juzgado de instrucción de Barbate el pasado día 26 de mayo para dar explicaciones sobre el Fondo del Clero y el patrimonio de la parroquia de Vejer de la Frontera. La fiscalía interrogó a la Ecónoma Carmen Lobato sobre el Fondo del Clero de Cádiz. Las respuestas de Lobato generaron más confusión, si cabe. En efecto, la Ecónoma llegó a afirmar que, si hubiera sabido lo que le iban a preguntar, habría ido más preparada a su declaración.
A preguntas de las partes personadas en el procedimiento, la Ecónoma Carmen Lobato explicó que el Fondo del Clero de Cádiz es una entidad que no tiene personalidad jurídica canónica ni civil. No dio detalles sobre qué personas componen ese Fondo ni qué patrimonio tiene.
Con ocasión de esta investigación judicial están saliendo a la luz actos de disposición del Obispado de Cádiz sobre el patrimonio que componían las capellanías y fundaciones de Vejer de la Frontera, y que eran donaciones hechas por familias para la Parroquia del Divino Salvador.
Por ejemplo y como dato relevante, una finca de Vejer de la Frontera perteneciente a la Parroquia del Divino Salvador, que actualmente está arrendada a una empresa fotovoltaica y que genera pingües ingresos, pasó a la Diócesis de Cádiz por decisión del Obispo Zornoza, sin que los familiares de los donantes de esas tierras a la parroquia de Vejer tuvieran noticias del cambio de titularidad, y sin que el Obispo Zornoza realizara ninguna comunicación a la feligresía de Vejer de la Frontera.
Esta investigación del Fondo del Clero de Cádiz podrá arrojar luz sobre lo que desde hace mucho tiempo es ‘vox populi’ entre buena parte del clero de la diócesis y de la población gaditana: que Mons. Zornoza ejerce de Obispo cuando se pone la mitra para actos oficiales, pero dedica la mayor parte de sus ya escasas energías a gestiones patrimoniales mundanas propias de un empresario, con resultados poco exitosos hasta el momento presente.