Son tantos y tan rápidos los acontecimientos, que antes de poder reaccionar ante una situación que conculca nuestros derechos, nos encontramos inmersos en otra actuación de los poderes públicos que nos descoloca un poco más.
Recordamos que, con motivo del reciente funeral de Estado, “católico por supuesto”, oficiado por el fallecimiento del presidente Adolfo Suarez, se ha comentado desde alguna postura político-social la falta de respeto Constitucional por actos de este tipo.
Por estos comentarios, las fuerzas mediáticas de “la España más profunda”, se han revuelto ferozmente con razonamientos tan pueriles, que no voy a repetir por cansinos.
Pocas fechas antes, había tenido lugar otro funeral de Estado, este por las víctimas del atentado del 11M.
A pesar de la oposición de una de las asociaciones a que fuera una ceremonia católica, la asociación que preside Pilar Manjón tuvo que ceder ante la presión de los mismos que durante años alimentaron la teoría de la conspiración.
En la homilía, Antonio María Rouco Varela “autoridad eclesial competente, por supuesto”, nos obsequió con su particular visión de la idea de convivencia pacífica, sembrando de dudas y sospechas el cierre de la causa, y la sentencia dictada por los tribunales.
En primera fila, asistía el Jefe del Estado sin darle importancia a que entre las 92 víctimas pudiera haber, evangelistas, judíos, musulmanes, budistas, o simplemente ateos.
Todos, víctimas y familiares, allegados y amigos fueron colocados bajo el manto protector del dios, “católico por supuesto”, de Rouco Varela.
Acompañando al Jefe de Estado, al que no se le pueden pedir responsabilidades porque a pesar de su avanzada edad no alcanza a ser responsable de sus hechos, se encontraban presidentes y miembros de gobierno: presentes y pasados, creyentes y ateos, todos ellos asumiendo que las cosas hay que hacerlas como dios manda. El dios de Rouco, ¡¡faltaría más!!
Lo del Estado aconfesional hoy no toca.
Imagen del funeral de Estado de Adolfo Suarez. Foto: Zoomnews
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