Ángel Santiago, fiscal en excedencia, dice que Santoña es una “villa marinera y religiosa” para justificar la intervención del párroco en la inauguración de la sede judicial
El director general de Justicia, Ángel Santiago, ha asumido la responsabilidad de pedir al párroco de Santoña, Alberto García, la bendición del nuevo edificio que alberga los juzgados de esa localidad, una intervención duramente criticada por la asociación progresista Jueces para la Democracia, que la considera contraria «al carácter aconfesional del Estado español». Suya fue la iniciativa y no se arrepiente. «Si volviera a inaugurarse otro edificio judicial en Santoña volvería a haber otro sacerdote. Santoña es una villa marinera y religiosa y consideré que era necesaria la presencia del sacerdote», se justifica Santiago, fiscal en excedencia.
A pesar de la denuncia de JyD, que ha solicitado a la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria que pida explicaciones a la Consejería de Justicia sobre la intervención del sacerdote en un acto de naturaleza civil y que se desmarque públicamente de la actuación, el director general de Justicia no ve «ninguna responsabilidad que censurar en la bendición de una instalación judicial». Santiago no solo se escuda en la religiosidad de la villa para justificar la bendición de la sede judicial. Asegura que se actuó de la misma forma que cuando en febrero de 2014 se inauguraron las nuevas dependencias municipales del Palacio de Manzanedo. «Se invitó a todas autoridades civiles de Santoña, como el director del penal de El Dueso y el coronel del Patronato Militar. Y también asistió el párroco, que bendijo las instalaciones. No hubo problema alguno y ningún grupo municipal protestó. Ahora nosotros hemos hecho lo mismo», se defiende, no sin antes mostrar su «enorme disgusto» por la polémica. «Lo que más me entristece es que no haya en la queja el más mínimo reconocimiento por una obra muy importante y demandada desde antiguo en Santoña», censura el director general, que concede al hecho una trascendencia mínima. «¡Ojalá todos los problemas de la justicia en Cantabria sean bendecir una sede judicial!», exclama en declaraciones a este periódico.
La queja de JyD, que firman los nueve magistrados de la sección territorial, se ha formalizado casi un mes después de la intervención sacerdotal en la inauguración del edificio judicial de Santoña. Aunque el escrito no hacía alusión alguna, en el fondo la asociación progresista trataba de evitar que se reprodujera la escena en la inauguración del Edificio Europa de Santander prevista para el próximo jueves. Santiago zanjó la polémica. Dice que «no está prevista» la bendición religiosa en este acto.
Jueces para la Democracia es la asociación más beligerante a la hora de defender el deber de ser «asépticamente laicos» en este tipo de actos públicos. Francisco de Vitoria, de carácter moderado, «no hace bandera» de esta cuestión, reconoció ayer su portavoz. Ramón Gimeno Lahoz defiende que los «signos religiosos deben ir desapareciendo e ir cediendo paso a la sociedad civil en todos los ámbitos, también en la inauguración de una sede. Pero lo vemos como un proceso natural y sin la urgencia y alarma que causa en otros». La juez Amaya Merchán, portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura, mayoritaria y conservadora, sostiene que aunque es evidente que España es un país aconfesional «no se puede obviar que existe una larga tradición católica y por ello la presencia de un representante de la misma en la inauguración de los juzgados no debería de suscitar mayores polémicas».