La propuesta, que ve el pacto inconstitucional, contó con 13 votos a favor y otros tantos en contra y vio la luz por el apoyo de la presidenta
El Pleno del Consejo Escolar del Estado decidió ayer plantear a la Administración la derogación de los acuerdos firmados entre el Gobierno y la Santa Sede por considerarlos "contrarios a los derechos de los ciudadanos contemplados en la Constitución". Así se acordó con la aprobación de una enmienda del Sindicato de Trabajadores de Enseñanza (STES) al informe que este órgano enviará al Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) sobre la reforma educativa.
"También cabe señalar, en relación al acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede de 3 de enero de 1979, que en la actualidad ha dejado de cumplirse por ser contrario a los derechos de los ciudadanos contemplados en la Constitución", afirma la propuesta del sindicato, que contó con 13 votos a favor y otros tantos en contra, pero que finalmente vio la luz por el apoyo de la presidenta del Consejo, Marta Mata –cuyo cargo es designado por el Consejo de Ministros– que deshizo el empate.
La enmienda argumenta que el artículo primero del pacto con el Vaticano al señalar que "en todo caso, la Educación que se imparta en los centros docentes públicos será respetuosa con los valores de la ética cristiana", exige "plantear al Gobierno la derogación de este acuerdo". Esta idea se añadió al texto elaborado en la Comisión Permanente, que ya apostaba por situar la enseñanza de la Religión "fuera del currículum escolar".
En este sentido, también salió adelante la idea de CIGA de eliminar del informe un párrafo que abría la posibilidad de que las enseñanzas de confesiones pudieran ser impartidas en el recinto escolar, con un horario que facilitase la posibilidad de que el alumnado que optase por no recibir enseñanzas de Religión no se viera obligado a asistir a otras actividades alternativas.
Según el Consejo Escolar del Estado, la enseñanza confesional no debe de ser evaluable a efectos académicos, "por formar parte de las convicciones personales y privadas de las personas y no ser del acervo común propio de la institución escolar". En esta línea, rechaza también el establecimiento de una alternativa para aquellos alumnos que no deseen cursar la materia religiosa.
Estas modificaciones del dictamen provocaron las protestas del ala conservadora del Consejo Escolar, que incluso llegó a plantearse abandonar el Pleno. Así, una de las personalidades de reconocido prestigio que integran este órgano educativo desde hace 18 años, Rosa de la Cierva, se mostró "absolutamente escandalizada" porque "todos los votos" se realicen en contra de la clase de Religión y se diga que son por consenso cuando de los 80 consejeros sólo 24 estuvieron presentes en la votación de estas enmiendas.
Asimismo, denunció la "suma gravedad" de que la presidenta del Consejo Escolar apoyara dos votaciones empatadas contra esta materia, así como que el respaldo de los representantes del MEC. "En mis 18 años como miembro del Consejo, con 10 años de Gobierno socialista, nunca había visto esto", dijo a la prensa, tras anunciar que elevará su queja a la ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo.
A ello, el presidente de la Confederación Nacional Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (Concapa), Luis Carbonel, agregó su "repulsa más enérgica" contra la actitud de Marta Mata al decidir con su voto "cuestiones trascendentales". "Es como para que se la destituya ahora mismo", manifestó Carbonel.
El secretario general de Educación, Alejandro Tiana, aseguró que "aún hay tiempo" para llegar a un consenso sobre la enseñanza de la Religión en la escuela, aunque, precisó, "no es fácil". En declaraciones a Efe, Tiana afirmó que el Ministerio aún no sabe cómo se resolverá el problema de la Religión en la educación pues se encuentran todavía en un proceso de diálogo "con unos y otros".
La voluntad del Gobierno, manifestó, es encontrar una solución que esté inserta en las leyes españolas y que por otro lado responda a las diferentes sensibilidades que existen. Durante la clausura de la asamblea general de FERE-CECA, Tiana señaló que no existe ninguna "maniobra oculta" en el Gobierno para acabar con la escuela privada y que hay que dar respuesta a los problemas que plantea la educación. Tiana consideró que es necesario compartir las dificultades entre todos.