Está en manos de los padres si dejan volver a clases a la joven Najwa Malha.- El ministro de Educación afirma que debe prevalecer el derecho a la educación de la alumna.- Cinco niñas más con «hiyab» a las puertas del colegio
El Consejo Escolar del Instituto Camilo José Cela del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón ha decidido no realizar cambios al reglamento interior, en el que se prohíbe a los alumnos asistir a clase prendas que cubra la cabeza. Esto quiere decir que la joven Najwa Malha, española de origen marroquí de 16 años, no podrá asistir a sus clases de 4º de ESO con la hiyab, el velo islámico. Su director, Eduardo de Bergia, ha entregado un escueto comunicado a los periodistas que esperaban el resultado de la reunión en la que se estudió cambiar el reglamento tras la polémica desatada por la exclusión de Najwa del aula por llevar el velo.
La decisión del Consejo ratifica la tomada previamente por el claustro de profesores, que votó mayoritariamente por dejar sin cambios el reglamento, al considerar que éste no puede modificarse por una persona y menos bajo presión. Hoy por hoy, las reglas del instituto dice que «en el interior del edificio no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza».
La concejala de Educación de Pozuelo, María Jesús Castillo, ha dicho a los periodistas a la salida de la reunión que «se respeta la autonomía del centro y el poder de decisión del Consejo Escolar». Ha explicado que son los padres los que ahora deben decidir si la niña vuelve al colegio y que ésta tiene desde ya una plaza en otro centro público y que el traslado depende de su familia. En la reunión han participado profesores, alumnos, la concejala del Ayuntamiento y personal de administración y servicios.
El instituto ha destacado asimismo en el comunicado que sus alumnos, por ser menores de edad y no tener permiso de sus representantes legales, no pueden ser entrevistados ni fotografiados por la prensa.
Se renueva la polémica
La polémica del velo ha vuelto a surgir en España año y medio después de registrarse casos similares en Ceuta y Girona. Horas antes de la reunión del Consejo Escolar, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, se ha mostrado partidario de la asistencia de Najwa a clases. «El derecho a la imagen, el derecho religioso y, sobre todo, el derecho a la educación, están por encima de esta polémica. Soy partidario de que la niña asista a clase».
Según el ministro, en una sociedad aconfesional, no puede compararse una identificación para un colectivo, como un crucifijo, con una seña particular, como el velo islámico que «no atenta contra los demás». «Son asuntos de una enorme complejidad que difícilmente se dirimen con cuatro palabras», ha dicho Gabilondo, aunque insiste en que hay que poner en «claro» los derechos.
La controversia, que comenzó la semana pasada al apartarse de clase a la joven por llevar el velo, ha venido creciendo al sumarse, en un gesto solidario, más jovenes a la causa de Naywa. Si ayer eran tres las alumnas que se presentaron en el centro con hiyab en apoyo a la postura de la menor, hoy se han sumado dos más.
Un gesto de solidaridad
Pero las cinco cabezas cubiertas de hoy eran más de un gesto simbólico ante fotógrafos y cámaras de televisión que un auténtico desafío a las normas del centro, ya que las cinco niñas se lo han quitado antes de cruzar el umbral del instituto. A la salida del centro una de las menores, Latifa ha reconocido que tanto ella como sus compañeras han tomado la decisión «como solidaridad con Najwa» y está segura de que esta «no se va a quitar el velo digan lo que digan».
Junto a Latifa se encontraba otra de sus compañeras, Mainar, que ha manifestado que «aunque el velo es algo obligatorio hay que ponérselo de corazón, cuando se siente». La menor cree que sus compañeros las apoyan y ha aclarado que el gesto de ponerse el pañuelo lo han hecho «voluntariamente». La misma opinión la sustenta Fátima, que ha dicho que la idea ha surgido de ellas. «No es un juego sino que queremos demostrar que nos gusta», ha agregado. Las menores han pedido acudir al Consejo Escolar de esta tarde aunque las autoridades del centro no se lo han permitido.
Pero esta tarde, mientras se desarrollaba la reunión del Consejo, han dicho que aunque «injusto, sea la que sea» la decisión de este organismo escolar, «habrá que respetarla». «Nos lo tendríamos que quitar a la entrada y ponérnoslo a la salida», ha dicho una de ellas.
La niña sufre una «depresión»
El padre de Najwa también ha acudido esta mañana al centro a pedir explicaciones sobre la situación de su hija, informa Europa Press. Según el padre, la chica sufre una «depresión» y corre el riesgo de ser hospitalizada. Ante las puertas del centro, Malha, que preside la asociación islámica que gestiona la mezquita de Pozuelo, ha mostrado su preocupación por la salud de su hija, que se encuentra bajo mucha «presión» en los últimos días tras verse apartada del aula por cubrirse la cabeza con hiyab. En una conversación telefónica con este diario, el padre, muy agobiado, se ha limitado a decir que su hija está «muy mal» y que toda la familia recibe «mucha presión».
La propia Najwa contó a este diario que se cubre la cabeza con el pañuelo porque la «identifica» con su religión y, además, le gusta. «Me siento discriminada», dice la niña. Najwa, que de mayor quiere ser profesora de matemáticas, lleva casi dos meses usando el hiyab y antes de aplicar la medida extrema de apartarla de las clases, cuatro de sus profesores le formularon otros tantos apercebimientos, el último el 8 de abril. La niña, que nació en España en el seno de una familia marroquí que emigró en 1986, optó por llevar pañuelo en contra de la voluntad de su padre, que ahora la apoya plenamente.
La polémica del velo en España
La polémica del velo islámico irrumpió en la enseñanza en España en 2002 con Fátima El Idrissi, en Madrid, cinco años después, se repitió con Shaima Saidani, en Girona, a los que se sumaron otras casos similares en Ceuta y Melilla:
– Shaima Saidani. La dirección del colegio Joan Puigbert-Annexa de Girona le prohibió vestir en clase el hiyab, el pañuelo que cubre el pelo. Tenía ocho años, era 2007, y los responsables argumentaron que podía ser causa de discriminación. La familia pensó en regresar a Marruecos. No fue necesario. La Generalitat ordenó readmitirla. El derecho a la escolarización, adujo, prevalece sobre las normas de los centros.
– Fátima Elidrisi. La joven fue escolarizada con 13 años en el colegio católico Inmaculada Concepción, en Madrid, en 2002. Las monjas le negaron la asistencia a clase con velo. Renunció al colegio y se matriculó en el instituto público Juan de Herrera. Fátima vistió el hiyab hasta que abandonó sus estudios en 2005.
– Zoubida Barik. La abogada musulmana fue expulsada del estrado por el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez por llevar el velo. Elevó una queja al Consejo General del Poder Judicial, que dio la razón al magistrado porque la normativa sólo permite una prenda en la cabeza: el birrete. La cuestión está ahora en el Tribunal Supremo.