Durante las pasadas vacaciones solo se emitieron 4 películas religiosas
Hubo un tiempo en el que encender la televisión en Semana Santa era estar dispuesto, sí o sí, a ver una película dedicada a la vida y obra de Cristo o de algún otro personaje bíblico. Hubo un tiempo en el que los contenidos más picantes desaparecían de la parrilla para no ofender a los creyentes. Ahora, ese tiempo se ha acabado. Los programas subidos de tono no tienen reparos para seguir llegando a su audiencia, mientras que los filmes religiosos han ido perdiendo relevancia con los años. Durante la Semana Santa pasada –más allá de las noticias y reportajes sobre procesiones pasadas por agua y la emisión de algunas misas–, las televisiones generalistas programaron solo cuatro largometrajes de este tipo (Quo Vadis, Ben-Hur, La Pasión y Barrabás). Lejos, muy lejos, de los más de 10 que se podía ver en años como el 2000 o 1999.
LABOR PEDAGÓGICA
Películas como La Biblia: José, Las sandalias del pescador, El cáliz de plata y David y Betsabé tienen cada vez menos espacio en las televisiones. No se puede esconder que este ocaso no desagrada a millones de espectadores, cansados de las machaconas repeticiones de año tras año, pero, curiosamente, y así lo confirman varios profesores de Historia del arte consultados por este diario, estos filmes ejercen una gran labor pedagógica entre muchos jóvenes. Y no por cuestiones catequizadoras, sino porque estos largometrajes se han convertido en el único vínculo que tienen algunos adolescentes de familias laicas con la historia de la religión cristiana.