Melchor Sáiz Pardo, se reúne para trasladar la documentación que posee sobre el caso de 20 mujeres supuestamente sometidas y esclavizadas sexualmente por el líder espiritual
El caso del gurú del yoga en Granada ya está en manos del Fiscal Superior. El Defensor del Ciudadano en Granada, Melchor Sáiz Pardo, se ha reunido con Jesús García Calderón para trasladarle toda la documentación que posee sobre el caso de 20 mujeres supuestamente sometidas y esclavizadas sexualmente por el líder espiritual de una congregación religiosa hinduista que posee un centro en Granada, después de que las familias de algunas de las afectadas hayan comunicado su temor de que sus hijas sean víctimas de una secta con connotaciones delictivas.
Sáiz Pardo llevará al fiscal no sólo el testimonio de los padres que están "preocupados" por sus hijas, sino también el de una de las integrantes de la congregación religiosa que el lunes, coincidiendo con la comparecencia pública que tuvo lugar en el templo de la comunidad, negó que estuviera siendo sometida a abusos, si bien reconoció que entrega gran parte de su nómina al líder espiritual.
El Defensor del Ciudadano explicó que las familias de estas mujeres se han constituido en asociación de afectados, si bien la mayoría, dado el "eco mediático" de la noticia, han decidido llevar el asunto por otros cauces, ya sea a través de los medios de comunicación o a través de abogados.
"Muchas de ellas prefieren no hacer nada por temor a represalias con sus hijas", señaló Sáiz Pardo, que mañana ofrecerá la posibilidad al fiscal de elaborar un informe con todos los datos de los que dispone para que sean depuradas, si las hay, las responsabilidades penales de los posibles acusados.
Versión de la congregación
La congregación hinduista de Granada 'Vadika Pratisthana Sangha', se defendió este lunes de las acusaciones de fraude y abusos hechas por los padres de las mujeres supuestamente captadas por el gurú y negó estar cometiendo algún delito atribuyendo esas "difamaciones" a una "campaña orquestada de persecución religiosa".
La vicepresidenta de la comunidad, Tara Shakti Chitanya, que leyó un comunicado en el templo que la congregación posee, mantuvo que en los más de 30 años en los ésta lleva radicada en Granada "nunca" ha sido denunciada por persona alguna. Sin embargo, los tribunales sí están dirimiendo otras querellas interpuestas por la comunidad, a las que se sumarán las presentadas ya en el Juzgado de Instrucción 2 de Granada contra los que están ahora, a entender de los hinduistas, promoviendo su "linchamiento" en internet.
De hecho, las "falsedades" hechas públicas han provocado que sus monjes estén sufriendo el "desprecio" y los "insultos" por su indumentaria –sayones amarillos, cabeza rapada y una raya roja pintada en la frente–, que forma parte de los "símbolos sagrados" de su fe, correos electrónicos "amenazantes" y que hayan sido arrojados objetos hasta sus instalaciones.
"Todas las acusaciones son mentira (…). Aquí no hay 20 jóvenes universitarias secuestradas. No hay manipulaciones mentales, no hay captación, porque nuestro camino es un camino de autorealización. No somos seguidores, somos personas con inteligencia, y hasta hace poco libres, pero tenemos miedo de que ahora, al vernos con nuestros símbolos religiosos, nos persigan, nos agredan, nos dañen. Ahora, de repente, ya no somos libres", leyó Shakti Chitanya.
Los miembros de la comunidad se pronunciaron este lunes, en contra del "silencio" que hubieran preferido guardar, "obligados por las circunstancias", si bien no han querido contestar a ninguna pregunta que pudieran formular los periodistas que han acudido al templo que, para acceder a él, se tuvieron que descalzar.