Sin lugar a dudas, el catálogo de obras de Luisa Roldán se ha ido depurando y ampliando en fechas recientes, para mayor gloria de la célebre escultora sevillana. Depurando, porque se han ido eliminando algunas atribuciones con escaso fundamento que no se sostenían; y ampliando, porque distintos estudiosos han hecho aportaciones novedosas que han sido felizmente aceptadas.
Exceptuando las obras de pequeño formato de su etapa madrileña en barro cocido, que se hallan casi todas firmadas, no ocurre lo mismo con las de madera policromadas, documentadas muy pocas. En este contexto tenemos, entre otras obras, los Ángeles que le encarga el Cabildo Catedral en 1686 para que formasen parte del monumento eucarístico del jueves santo, juntamente con unas imágenes de los Profetas. Los Ángeles, de madera de pino que en su día estarían policromados, eran ocho: cuatro “estantes” (de pie) y otros cuatro “sedentes” (sentados). Los que se encontraban de pie, de unos 80 cms. de altura, y los sedentes de unos 70 cms. aproximadamente. Los cuatro primeros, de un gran parecido formal y estilístico con los cuatro que posee la Hermandad sevillana de la Exaltación, más conocida como la de “Los Caballos”, y también relacionados con otros cuatro que poseyó la Hermandad sevillana de Montserrat, que hoy escoltan a la imagen de Jesús de las Necesidades de Cabra (Córdoba).
Las ocho piezas, de un gran valor artístico, estuvieron en la Cripta de la Catedral durante muchos años, almacenadas y en desuso, junto a otras tallas también valiosas del Monumento, obras de Domingo Giscardi, Vicente Ruiseco, Pedro Laboria y García de Santiago. Todas estas tallas se encontraban pintadas de blanco, para adaptarse a los gustos de la estética neoclásica del nuevo Monumento que proyectó Torcuato Cayón. Todas fueron fotografiadas (1986), inventariadas y estudiadas por el que suscribe, a partir de 1984. Años más tarde las inventarié de nuevo, pues realicé el inventario de las esculturas y bordados por encargo del Cabildo Catedral cuando se comenzó a proyectar el Museo de la Contaduría.
Con motivo de la Exposición antológica sobre Luisa Roldán celebrada en el Alcázar de Sevilla en 2007, dentro del programa “Andalucía Barroca”, se rescatan dos Ángeles de pie. Las dos imágenes se consolidaron y se adecentaron junto al Ecce Homo de la Catedral, y viajaron a Sevilla. Hoy se pueden ver en sendas hornacinas en la portada de la capilla de las Reliquias de nuestra Catedral. Dos Ángeles sedentes fueron regalados a la Parroquia de San Paulino (Barbate), en donde se hallan expuestos, repintados y alterados, en la capilla del sagrario.
Sin embargo, en fechas recientes se ha hecho limpieza de las distintas dependencias de la Cripta de la Catedral, y todo ha ido a la basura por “ser material inservible”, según las informaciones que tengo. Evidentemente, el estado de conservación de los Ángeles era muy precario, pero apto para consolidar y restaurar (sin completar) de forma respetuosa lo existente y exponerlo como valiosas piezas de Museo. Ésto tiene varias lecturas: por un lado se ha pensado que no tenían valor las piezas y las hemos perdido para siempre; y por otro, alguien las tiene y cualquier día pueden salir a la venta, cuando menos lo esperemos. El asunto es grave, pues pone de relieve la desprotección que existe del patrimonio, y más tratándose de obras que están (o debieran estar) protegidas, pues están dentro de un BIC (Bien de Interés Cultural).
Observaciones
Los Ángeles (de pie) que están en la Catedral se corresponden con los números 1 y 2
Los que están en Barbate (sentados), se corresponden con los números 5 y 6.
Los cuatro desaparecidos, llevan los números 3,4,7 y 8.
José Miguel Sánchez Peña. Conservador Restaurador emérito del Museo de Cádiz
