El gobierno local contó con el apoyo del PP – El alcalde recordó que en el Concello no hay ni se usan símbolos de carácter religioso
A veces para lo mejor hay que esperar hasta el final. Eso fue lo que pasó ayer en el pleno de Bueu. Hubo que esperar tanto que el asunto en sí ni siquiera estaba en el orden del día y fue necesario votar su urgencia para decidir si se incluía o no. Como dentro de apenas un mes son las fiestas patronales del Carmen el asunto era urgente, tal como le apuntaba con sorna el alcalde, Félix Juncal, al portavoz de ACB-SON Bueu para ayudarle a justificar esa urgencia acerca de su moción. Una propuesta para «promover a liberdade de conciencia e a non confesionalidade institucional do Concello de Bueu». Realmente fue la única ayuda que le prestó porque luego, tras el debate, el BNG votó en contra de la propuesta y defendió que el alcalde y los concejales de la corporación acudiesen a actos religiosos y a las procesiones debido a su «repercusión social». «Dende que son alcalde procurei estar onde o pobo me pediu que estivese e creo que é o meu deber», argumentó. Los nacionalistas, a pesar de contar con una holgada mayoría absoluta, no estuvieron solos en la votación y recibieron el apoyo del PP, mientras que el PSOE optó por la abstención.
La moción de ACB-SON, defendida por Julio Villanueva, planteaba la supresión de toda simbología religiosa de los actos oficiales del Concello y de sus instalaciones y, aunque no se decía de manera absolutamente explícita, que los miembros de la corporación no acudiesen a actos religiosos o procesiones en el ejercicio de su cargo, como se esforzó varias veces en precisar. «A nivel individual como se cada un quere ir de xeonllos ata os Milagros de Amil ou se quere ir a Lourdes», afirmó.
Antes de ceder el turno de palabra instó al resto del plenario, en un mensaje que parecía dirigido a sus excompañeros del BNG, a que votasen en conciencia. Fue precisamente desde las filas del BNG desde donde le llegaron casi todas las respuestas, cargadas con ironía, y defendiendo la libertad de cada concejal de asistir o no. Así hablaron de las fiestas de Santos Reis, Santa Ifigenia o San Amedio. La respuesta del propio Julio Villanueva no se hizo esperar, volviendo a recalcar que la filosofía de la moción era oponerse a esa presencia a nivel oficial, no particular. «Eu tamén vou a Santa Ifigenia, pero vou como Julio Villanueva González e non como representante de ACB-SON na terra», ejemplificó.
Una de las intervenciones más argumentadas fue la del portavoz del grupo municipal del BNG, Carlos Eirea, que lo primero que hizo fue precisar que «neste Concello non hai símbolos relixiosos nin se xura sobre a Biblia». Luego puntualizó que la gran mayoría de lo que se planteaba en el texto es de cotidiano cumplimiento y que la moción resultaba «extempóranea e fóra de sitio». El edil del BNG justificó la presencia del alcalde o concejales en determinados actos religiosos, como las procesiones, «porque como corporación non podemos estar de espaldas á súa repercusión social» y sin que eso signifique «sumisión». A lo que añadió que «se tiramos dese cordel teríamos que eliminar a Cabalgata de Reis».
El guante lanzado por Julio Villanueva también fue recogido por Félix Juncal y el propio edil de ACB-SON aseguró que tenía curiosidad en conocer la opinión del regidor. Entre ambos regalaron algunos de los mejores momentos de un debate que se prolongó más de media hora: «Non pensei que cambiarás tanto nestes anos porque chegamos a compartir algunha misa, procesión e ‘Salve Mariñeira'», le dijo Juncal en alusión al año de gobierno entre 2003 y 2004. Villanueva no tuvo reparos en contestar que acudió porque el propio Félix Juncal en aquel entonces se lo había pedido de manera insistente, aunque también se acordó de añadir su condición de marinero. «Alégrome que a partir de 2003 atopases a fe porque antes de ser alcalde non ías», le dejó a modo de recado.
Ya en un tono más serio, Juncal defendió la decisión de participar en procesiones como la del Carmen, Corpus o San Martiño. Lo hizo explicitando que la decisión de votar en contra de la moción de ACB-SON tenía el apoyo del Consello Local del BNG. De hecho entre el público estaba el exalcalde Xosé Novas. «Se isto pode supoñer un desgaste para o BNG o asumimos, pero esta é unha moción política e o Concello de Bueu é laico», sentenció.
