Escrutemos la famosa imagen del presunto delito: Richard abraza en público con efusión a Shilpa y le estampa un beso en la mejilla, sí. Y la chica muestra en su rostro inequívocas señales de agrado. Pero en contra de la opinión de esos puritanos jueces, la verdad es que uno no alcanza a detectar nada de "intolerable" ni "obsceno" en la espontánea escena.
¿Dónde está la indecencia? Esos tipos deberían consultar el Kamasutra, la biblia, precisamente india, del amor sexual. Uno de sus 36 ca- pítulos está dedicado a los besos: directos, de presión, superiores, broches, palpitantes, para encender la llama… Sobre ósculos en el carrillo, ni palabra. En fin, este suceso confirma una vez más la universalidad y pervivencia de la carcundia, instalada sin remedio en el alma de religiones y culturas.
La web del Arzobispado de València borra el rastro de la reunión con el ente de las terapias de conversión de personas LGTBI
El arzobispo Enrique Benavent se desvincula de las polémicas terapias prohibidas mientras que el obispo José Ignacio Munilla…