La polémica por la apertura de una iglesia evangélica de Filadelfia en los bajos de un edificio de la avenida del Valle, frente a La Isla, ha terminado con un acuerdo entre la comunidad evangélica y el ayuntamiento. Este se ha comprometido a solicitar a la Junta de Extremadura un local amplio en la avenida Gabriel y Galán para que puedan realizar su actividad y la comunidad, a su vez, cesará el culto y toda actividad.
Así lo explicó ayer el alcalde tras una reunión mantenida con patriarcas de etnia gitana después de que el ayuntamiento anunciara la semana pasada el precinto del local por no haber solicitado licencia para las obras realizadas ni para la actividad de la iglesia. Todo a raíz de varios escritos de queja de la comunidad de vecinos, que amenazó incluso con recurrir al juzgado si el ayuntamiento no actuaba puesto que la actividad no cumple con los requisitos legales.
Así lo confirmó también el ayuntamiento. Fernando Pizarro señaló ayer que ya se les había cedido un local de la Junta en Gabriel y Galán, pero de un tamaño pequeño, por lo que ahora solicitarán otro Destacó también que, como contraprestación, la comunidad realiza una importante labor de educación en jóvenes, formación a mujeres y control del absentismo escolar, a través del mediador gitano municipal. La comunidad desmantelará ahora el local de la avenida.