El arzobispo de Barcelona ha pedido a los capellanes oraciones y rogativas para pedir que se detenga la sequía que sufre la ciudad
El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha enviado una carta a todos los capellanes de la diócesis en la que les pide «que hagan plegarias, diariamente, en la Eucaristía, para pedir la lluvia» e incluso les invita a organizar «rogativas con la misma intención».
En Barcelona se cumplen hoy 91 días sin lluvia, el periodo más seco desde que se toman registros desde 1913.
Según ha informado el portal de información religiosa CatalunyaReligió.cat, el arzobispo envió ayer la carta a todos los sacerdotes, laicos y religiosos y a las instituciones diocesanas para que promuevan acciones para pedir que llegue la lluvia, que, según las previsiones meteorológicas, no tiene intención de aparecer al menos durante esta semana.
«Os pido a todas las comunidades de la archidiócesis que os hagáis eco de la preocupación por la sequía», escribe el arzobispo. Omella motiva este llamamiento en el hecho de que «la gran sequía que padecemos» es «una de las grandes preocupaciones, no sólo de los que viven en el mundo rural, sino también en las ciudades».
Para hacerlo efectivo, el arzobispo de Barcelona sugiere que en las eucaristías o en la oración de vísperas de la liturgia de las horas, y en la oración personal, se incorpore esta petición mientras no llueva: «por la lluvia, que debe llevar el agua que nuestra sociedad necesita: que Dios, providente y bueno, nos la conceda como una bendición que descienda del cielo hasta nosotros».
En la misma circular, Omella cita dos fragmentos del Evangelio en los que recuerda que Jesús dijo que «lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo daré», y cita el ejemplo del profeta Elías «que rogó insistentemente para que no lloviera, y no llovió sobre la Tierra durante tres años y seis meses. Después rogó de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto».
Según Omella, «sólo el Señor es capaz de cambiar el curso de las cosas» y que muchas veces «nuestra ayuda no puede ser otra cosa que pedir insistentemente, como la viuda inoportuna del Evangelio».
El arzobispo confía en que «nuestra oración sincera, confiada y perseverante pueda conseguir la tan deseada agua» y que «de la necesidad de esta agua de lluvia seamos capaces de pasar a desear, acoger, el agua viva del espíritu que Dios concede siempre sin medida».
Según datos del Observatorio Fabra, Barcelona y su connurbación están batiendo todos los récords históricos de falta de lluvia y también de calor en meses de invierno y, según las previsiones meteorológicas, el anticiclón aún se mantendrá durante unos días sin posibilidad de precipitaciones.