En el valle de Fornela hay vecinos molestos porque el sacerdote de la zona ha decidido convocar los actos religiosos de la festividad de la Virgen de Trascastro, una celebración que tiene lugar el 15 de agosto y que, como es sabido, concita el interés de cientos de devotos que acuden al lugar en peregrinación.
El alcalde de Peranzanes, el socialista Vicente Díaz, se ha mostrado especialmente enfadado porque dice que existe el temor a que la presencia de muchos forasteros que están de vacaciones pueda traer consigo contagios por coronavirus entre los vecinos del valle. Una población envejecida y con afectados respiratorios por su pasado minero. Por eso, como es sabido y recuerda, desde el Ayuntamiento se decidió ya hace semanas suspender todos los actos festivos, tanto las ancestrales danzas de los de Chano y los de Peranzanes en el santuario de Trascastro, como todo el resto de eventos que acompaña la festividad de la Virgen.
Mañana miércoles el alcalde y el sacerdote abordarán el asunto en una reunión. Vicente Díaz asegura que el sacerdote tiene conocimiento del malestar existente por parte del Ayuntamiento, desde donde han intentado también que no convoque este año a la feligresía a las misas cada hora, dado que puede ocasionar una gran acumulación de personas en el lugar y propagar el Covid-19 en caso de que alguien llegue al lugar con ese problema.
En subdelegación del gobierno
«La gente está enfada y me empiezan a bombardear con quejas. Yo lo puse este problema en conocimiento de las autoridades, porque tenemos el temor de que la acción del cura meta el virus en el valle y nos fastidie a todos», enfatiza el regidor como argumento para acudir en ayuda de la Subdelegación del Gobierno.
El mandatario municipal asegura que si se convocan esas misas y se sigue adelante con lo que es la festividad religiosa al santuario de Trascastro llegará gente procedente «de Asturias, de un lado y de otro, y cuando llegue una avalancha de gente como ha ocurrido en otros años, no habrá autoridad que pare a toda esa gente que quiere estar entrar en la iglesia».
Además, considera el regidor que existe también un problema añadido, como es el «tener que desinfectar la iglesia cada misa y queremos saber cómo lo va hacer». «Aquí hay que tener en cuenta que existe mucho fervor y la gente entra en manada en la iglesia y no hay quien los pare. Por eso, habrá que ver qué medidas de seguridad habrá ahí», incide Díaz, quien espera que el sacerdote que es nativo de Sésamo y procede de Fabero, desconvoque los actos religiosos. «Pero lo hemos intentado, y él, erre que erre», exlama el alcalde antes de reunirse mañana con él.