Por primera vez a lo largo del presente mandato, el Ayuntamiento de Palma ha estado representado al más alto nivel institucional para seguir el desarrollo de la procesión del Jueves Santo, algo que no había sucedido ni en 2016 ni en 2017. Así, el edificio consistorial estuvo ayer abierto durante el paso de la procesión y además el actual alcalde de la ciudad, el ecosoberanista de MÉS Antoni Noguera, hizo la tradicional ofrenda floral a la figura del Cristo de la Sangre, que es la que suscita mayor devoción en la capital balear.
Cabe recordar que en la actual legislatura gobierna en Palma un tripartito conformado por el PSOE, MÉS y Som Palma —marca blanca de Podemos—, mientras que en la oposición se encuentran el PP y Cs. En los dos primeros años del presente mandato el alcalde de la ciudad fue el socialista José Hila, que en junio del pasado año fue relevado por Noguera, en aplicación del pacto de gobernabilidad suscrito en su momento entre socialistas y ecosoberanistas.
En la Semana Santa de 2016 Hila delegó en la teniente de alcalde Angélica Pastor la realización de la ofrenda floral al Cristo de la Sangre, mientras que en el Jueves Santo del pasado año ya no hubo en el consistorio ni un solo representante del tripartito. En ese contexto, el PP presentó el pasado 15 de marzo una propuesta relativa a la Semana Santa que constaba de tres puntos.
Respeto y apoyo
Los dos primeros puntos de la citada propuesta se aprobaron por unanimidad, tanto el que señalaba que el consistorio «muestra su respeto y apoyo a las festividades de la Semana Santa y el Corpus Christi», como el que indicaba que la corporación insta al equipo de gobierno a «mantener abierto el Ayuntamiento de Palma hasta que acabe la procesión del Jueves Santo y que haya una representación institucional como muestra de respeto a los vecinos de Palma que participan de esta festividad».
El tripartito votó en contra, en cambio, del tercer punto de la citada propuesta del PP, que reclamaba que «las banderas del balcón principal de Cort —sede del consistorio— permanezcan a media asta desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurección, como señal de respeto y en el marco de la tradición observada secularmente por este Ayuntamiento».
En cualquier caso, ayer sólo estuvieron presentes en el consistorio dos ediles en representación del equipo de gobierno, el ya citado alcalde y el concejal de Cultura, Llorenç Carrió, también de MÉS. Por tanto, no hubo ningún concejal del PSOE ni de Som Palma. Por lo que respecta a la oposición, la portavoz del PP, Marga Durán, acudió al ayuntamiento junto con los regidores de su grupo Josep Ignasi Aguiló, María José Bauzá y Antònia Roca. Por su parte, Cs estuvo representado por su portavoz municipal, Josep Lluís Bauzá, quien por cierto fue el único edil de los 29 que conforman la corporacion que el pasado año estuvo también presente en el consistorio el Jueves Santo.