Tomar como base de la visa cotidiana los pasos y las enseñanzas que dejó Sant Pasqual. Este fue el principal mensaje que lanzó ayer desde el púlpito de la basílica de Vila-real el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, quien presidió la misa pontifical que puso punto final a los actos conmemorativos del centenario del fraile franciscano como patrón de la ciudad.
Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los pobres instaurado por el Papa Francisco, el obispo hizo un paralelismo entre el patronazgo de Sant Pasqual, el amor por la eucarístía y el amor por los pobres e instó a los fieles a «intentar trabajar por esas tres causas».
En el oficio religioso no faltaron las voces de los más de 30 integrantes de la Coral Sant Jaume, bajo la dirección de Alfredo Sanz; y los finos sonidos que emanaban de los instrumentos de los miembros de Supramúsica. En conjunto, ambos colectivos interpretaron varias piezas elegidas para al ocasión por Sanz que, a su vez, es el compositor de varias de ellas.
Tampoco faltaron a la misa, además de numerosos vecinos y fieles, las autoridades locales, encabezadas por el alcalde, José Benlloch; así como la reina de las fiestas, Verónica Fortuño, y las damas de su corte de honor.
Con todo, queda pendiente la celebración de un evento de «importancia trascendental», según apunta el concejal de Territorio y de Patrimonio, Emilio Obiol, como es el congreso de turismo religioso, cuyos detalles se ultiman desde la Agència Valenciana de Turisme y que, probablemente, se desarrollará a final de año.
Desde los departamentos que lideran los ediles Obiol y Diego Vila también se trabaja en la futura difusión del documental Passos de Sant Pasqual, que se presentó en sociedad el pasado viernes, a través de la elaboración de un DVD que, con toda probabilidad, se distribuirá coincidiendo con las fiestas patronales de mayo. Una iniciativa que pretende afianzar el protagonismo de la basílica y de Sant Pasqual como pieza clave del turismo al que puede optar Vila-real.