Los calles y los vecinos de Huarte acogieron ayer la procesión en honor a la Virgen Blanca, que terminó con una misa en la Iglesia parroquial en la que actuó la Coral de la Virgen Blanca. “Nunca nos perdemos la procesión, venimos todos los años a rezar a la Virgen”, relató Pilar González.
Un año más, la Banda de Añorbe y el alcalde de la localidad, Alfonso Arruiz, acompañaron a la Virgen Blanca durante todo el itinerario. Mientras, los txikis pudieron disfrutar de las bombas japonesas.