Javier Cuenca destaca la devoción con la que los albaceteños viven la Noche de los Mayos y agradece a los barrios su ilusión e implicación
El alcalde asegura que seguirá trabajando para conservar y acercar las tradiciones populares a todos los albaceteños
Agradece al Grupo de Danzas ‘Magisterio’ la recuperación de esta tradición en nuestra ciudad hace 35 años en beneficio de Albacete y de los albaceteños
El alcalde de la ciudad, Javier Cuenca, ha asegurado que seguirá trabajando para conservar y acercar las tradiciones populares a todos los albaceteños, al considerar que “son una de nuestras principales señas de identidad”.
Javier Cuenca se ha pronunciado de este modo durante el Canto del Mayo a la Virgen de Los Llanos que ha tenido lugar en la escalinata de la Catedral de Albacete, en el marco de los actos organizados en nuestra ciudad con motivo de la Noche de los Mayos.
El alcalde de Albacete ha puesto en valor la devoción con la que nuestra ciudad vive esta noche “tradicional” y “especial”, destacando la “ilusión” con la que los barrios se vuelcan con esta tradición a la que “los albaceteños le tenemos un enorme cariño y admiración”.
Una festividad que, según ha recordado Javier Cuenca, este año cobra un protagonismo especial, ya que en 2016 se cumple el XXXV aniversario de la recuperación de la Noche de los Mayos en nuestra ciudad, de la mano del Grupo de Danzas ‘Magisterio”, a quien ha agradecido la recuperación de esta celebración en beneficio de Albacete y de todos los albaceteños.
Posteriormente, el alcalde de Albacete ha asistido a la ofrenda floral a la Virgen de Los Llanos en la Catedral albaceteña, donde además se ha cantado el Himno a la patrona de nuestra ciudad.
La Noche de los Mayos se ha celebrado en diferentes puntos de la capital, como por ejemplo la Plaza de la Virgen, la Iglesia del Pilar, hasta donde también se ha acercado Javier Cuenca, la de San Pablo, la Parroquia de Franciscanos y la Plaza de Jesús de Medinaceli, así como en las pedanías de El Salobral y Santa Ana, en un ambiente festivo en el que se combina a la perfección lo religioso con la danza y la música popular.
