El presidente del comité pro-vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), destacó la nueva regla federal que prohibirá que las clínicas de aborto reciban fondos federales para subsidiar algunos servicios para mujeres y familias de bajos ingresos; algo que se espera quite a Planned Parenthood alrededor de 60 millones de dólares en fondos federales.
En su declaración del 27 de febrero, Mons. Naumann agradeció al Gobierno “por reafirmar que el aborto no es planificación familiar. El aborto termina con la vida de los miembros más vulnerables de las familias, además de dañar la salud espiritual, mental y física de las madres”.
El Prelado indicó que “aunque la USCCB sigue teniendo fuertes objeciones a la promoción y el financiamiento de anticonceptivos por parte del Gobierno, durante mucho tiempo hemos apoyado la aplicación de las restricciones de financiamiento del aborto en el Título X, y nos complace ver que la Administración ha tomado en serio su obligación de hacer cumplir esas restricciones”.
La “Regla de protección de la vida”, que modifica las normas sobre los fondos federales del Título X, fue anunciada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos el 22 de febrero.
El Título X es un programa federal creado en 1965 que subsidia los servicios de planificación familiar y de salud preventiva, incluidos los anticonceptivos, para las familias de bajos ingresos. Con frecuencia ha sido actualizado con nuevas regulaciones.
Si bien el programa no ha financiado directamente el aborto, sus críticos dicen que los proveedores de abortos que fueron beneficiados no impidieron adecuadamente que el dinero se usara para este fin.
Entre otras disposiciones, la nueva norma federal exige que haya una separación física y financiera entre los beneficiarios de los fondos del Título X y las instalaciones que realizan abortos. Las clínicas que brindan “asesoramiento no indirecto” sobre el aborto aún pueden recibir fondos.
Las regulaciones anteriores, realizadas durante la presidencia de Bill Clinton, no solo permitieron que los centros de salud que se ubicaron junto a las clínicas de aborto recibieran fondos, sino que también exigían que los beneficiados por el Título X remitieran a los pacientes a los centros abortistas.
El Arzobispo agradeció que la nueva norma también elimine el requisito de que los médicos de las clínicas beneficiadas por el Título X refieran y aconsejen a sus pacientes practicarse el aborto, pues esto “garantizaba que todas las clínicas y el personal del Título X tuvieran una conexión cercana con el aborto”.
Mons. Naumann, Arzobispo de Kansas City, fue elegido para presidir el comité pro vida de los obispos de Estados Unidos en noviembre de 2017.
Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en CNA.