El grupo se hizo conocido por irrumpir en funerales de soldados y celebrar su muerte. Creen que es el castigo de Dios a «América» por permitir la homosexualidad.
La tristemente célebre “Iglesia de Westboro”, una agrupación fundamentalista con sede en el estado de Kansas, ha ganado una batalla judicial en EE.UU, luego de que la justicia reconociera su derecho a expresarse.
Liderada por Fred Phelps, la secta pregona una explícita homofobia y sostiene la “teoría” de que la muerte de los soldados estadounidenses en Irak es un castigo divino a “América” porque ésta acepta a la homosexualidad.
Basados en esa insólita tesis, los miembros de la secta se han manifestado reiteradamente durante funerales de soldados. Precisamente, a raíz de una de estas intempestivas irrupciones, Phelps y los suyos fueron enjuiciados por la familia de un joven militar. Así fue que una corte había obligado a la Iglesia de Westboro a indemnizar con cinco millones de dólares a la familia del caído.
Ahora, sin embargo, un tribunal de Richmond ha estimado el recurso de la secta considerando que, a pesar de su “retórica imaginativa e hiperbólica”, sus miembros tienen el derecho de expresar sus convicciones religiosas, avalados por la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que reconoce el derecho a la libertad de expresión.
Los abogados de la familia del soldado han dicho que llevarán el caso a la Suprema Corte de Justicia del país.
Prohibidos en Reino Unido
Mientras el fallo de la corte de Richmond desata la controversia en EE.UU, en febrero pasado las autoridades británicas prohibieron a los miembros de la Iglesia de Westboro la entrada al país.
