Los nuevos libros que se publicarán la semana próxima sobre supuestas irregularidades financieras en el Vaticano vuelven a poner de manifiesto el desafío que enfrenta Francisco para reformar la Santa Sede.
Mercaderes en el templo, del periodista italiano Gianluigi Nuzzi, llega tres años después de su éxito editorial Su Santidad, de 2012, basado en correspondencia papal confidencial que detallaba corrupción e intrigas políticas en el Vaticano.
Ese escándalo provocó la condena del mayordomo del papa Benedicto XVI por revelar los documentos a Nuzzi y, según algunas fuentes, motivó la histórica renuncia del papa alemán.
Por su parte, otro periodista italiano, Emiliano Fittipaldi, anuncia para el mismo 5 de noviembre la salida del libro Avaricia: los documentos que revelan riqueza, escándalos y secretos en la Iglesia de Francisco.
La editorial Feltrinelli, que publica el libro, asegura que revela el imperio financiero de la Iglesia Católica sobre la base de documentos no publicados hasta ahora.
La publicación de ambos sin duda suscitará una serie de preguntas sobre la magnitud de la oposición al plan de reformas del papa Francisco, dado que los dos libros se basan, según se dice, en documentos filtrados e informaciones internas a los que sólo tendrían acceso las autoridades del Vaticano.
El semanario italiano Panorama insinuó ayer los peligros inminentes en un artículo central, «Sabotaje en el Vaticano», en el que aludió a las revelaciones sobre las finanzas en la Santa Sede y las recientes intrigas que rodearon al parecer al recientemente concluido sínodo sobre la familia, que puso de manifiesto las batallas internas sobre la dirección que Francisco quiere imprimir a la Iglesia.
Francisco fue elegido con un mandato de los cardenales para reformar la anticuada burocracia del Vaticano y limpiar su banco plagado de escándalos.
Pero la reforma de Francisco ha ido mucho más adelante -para consternación de algunos miembros de la derecha-, al reorientar la Iglesia en una dirección más cercana a la gente. Esa orientación ha causado fricciones dentro y fuera del Vaticano.