Ayer se celebró en el IES de San Roque en Dos Torres,Día Escolar de la No violencia y la Paz…
Perdona? Me estás tomando el pelo?
Cuando nos enteramos de los actos a celebrar, entre ellos la lectura de algunos artículos de la Declaración de los Derechos Humanos, trabajamos con Héctor esta semana este tema en la carta que semanalmente entrega al Director desde que empezó el curso…. Ahí os dejo el texto…
«Ayer fue 30 de enero, Día escolar de la Paz y la No Violencia, día que tiene por objetivo la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, la no-violencia, la paz, el respeto a los Derechos Humanos.
El Instituto, como centro educativo PÚBLICO, debería haberse fijado en dos de sus artículos al regirse por la aconfesionalidad del Estado (Constitución) y la laicidad de la educación (Estatuto de Autonomía Andaluz):
Artículo 26 de la Declaración de los Derechos Universales
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales.
Necesitamos una escuela pública que eduque en valores universales, en la pluralidad, en el que todas las personas sean acogidas en igualdad de condiciones, sin privilegios ni discriminaciones y en el respeto a los derechos humanos, garantizando la libertad de conciencia y posibilitando la convivencia entre quienes no tienen las mismas creencias. Para ello la laicidad en la educación es fundamental y es contraria a tener simbología religiosa en sus aulas.
Artículo 29 de la Declaración de los Derechos Universales
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
Una escuela de todos y para todos, en la que todas las personas nos reconozcamos, al margen de cuáles sean nuestras creencias personales y podamos ser educados libremente. En definitiva, un lugar en el que se democraticen las diferencias, donde se respeten las particularidades religiosas, culturales y las diversidades sexuales.
Y la presencia de símbolos de cualquier religión en las aulas constituye un obstáculo para construir en diversidad y multiculturalidad, para poder garantizar el respeto y la pluralidad de las personas de diferentes religiones y de aquellas que no creen en ningún dios.
No es lógico que un sitio inclusivo sea un lugar de exclusión y discriminación en el que seamos señalados o separados en función de nuestras creencias, que se deba acatar tener simbología religiosa en un aula, que se pierdan horas lectivas por la visita de un líder religioso… Es una afrenta a la libertad de conciencia y una grave vulneración de los derechos de la infancia, como recoge la declaración de los Derechos del Niño de 1959 y la Convención de 1989, que rechazan el adoctrinamiento y el proselitismo religioso.
Es necesario que la escuela sea un lugar para razonar y no para creer. Es necesario avanzar en el reconocimiento del vínculo entre laicidad y derechos humanos, para avanzar en la libertad de conciencia y rechazar actos contrarios al marco constitucional y al Estatuto de Autonomía Andaluz.
Puedo decirlo más alto, con otras palabras, pero no más claro. Éste es el décimo sexto escrito que le entrego y una vez más vuelvo a decirle: respete los Derechos Humanos, cumpla la Constitución y nuestro Estatuto, cumpla la Ley, pero sobre todo edúquenos desde la libertad y eso no es posible con símbolos religiosos en todas las aulas porque es contrario a «La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales» que promueve la Declaración de los Derechos Universales.
RETIRE la simbología religiosa de todas las aulas de nuestros Instituto, que no es el suyo, que es el de cada uno de nosotros y nosotras.»
Cristina García Sarasa madre de Héctor Sánchez el alumno de la ESO que lucha para que retiren la simbología religiosa de su instituto en Dos Torres.