Tras pedir la prohibición de la película española "Ágora" en Egipto, varios abogados coptos quieren ahora que se juzgue al autor musulmán de una novela sobre las luchas interreligiosas en la Alejandría del siglo V d.C. porque creen que difama al cristianismo.
Como el film español "Ágora", de Alejandro Amenábar, la novela egipcia "Azazil", que significa el demonio en hebreo, relata las violentas revueltas religiosas entre cristianos y paganos con un monje copto (ortodoxo egipcio) como narrador.
"Azazil", que va ya por su decimoctava edición desde su publicación en 2008, ganó en 2009 el Premio Internacional de Ficción Árabe, otorgado con la colaboración de la fundación del premio británico Booker, y fue uno de los libros más vendidos en Egipto.
El gran éxito de la novela del escritor musulmán Yusef Zidan ha enfadado a algunos coptos que la ven como insultante para su religión.
"Pedimos a la Fiscalía General que interrogue y juzgue a Zidan por haber intervenido en otra fe que no es la suya y haber inventado cosas que no son verdaderas en el cristianismo", dijo a Efe uno de los abogados coptos querellantes, Mamduh Ramzi.
Con esta denuncia, Zidan se podría enfrentar a una pena de cárcel de entre tres y cinco años si la Justicia egipcia prueba que ha difamado a una religión monoteísta.
"¿Por qué aceptamos que cuando un cristiano insulta al islam le juzgan muy rápido, pero cuando es al revés siempre se demoran?", se preguntó Ramzi.
Los cristianos componen un diez por ciento de la población egipcia, de unos ochenta millones de habitantes, y se quejan frecuentemente de su discriminación frente a la mayoría musulmana.
Además, algunos sectores cristianos han rechazado recientemente obras de arte, cinematográficas o literarias, que cuentan los periodos negros de la historia de los coptos antiguos.
Para el escritor de "Azazil", la novela no gusta a la Iglesia egipcia porque relata el asesinato de la astrónoma Hipatia a manos de fanáticos cristianos, seguidores del obispo y santo copto Cirilo de Alejandría en el año 415 d.C.
"Ellos (los coptos) dicen que esto es incorrecto porque creen que Hipatia fue maga y por eso fue asesinada, aunque la interpretación de la historia siempre ha sido durante los 1.500 años pasados, tal y como la conté", dijo a Efe Zidan.
Además, los cristianos se enfadaron porque Zidan presenta en su ficción al obispo Cirilo como violento, mientras que para ellos fue "el pilar de la religión" y "un hombre bueno", según el autor.
"Azazil", que será traducida a catorce idiomas incluido el español, ha abierto incluso un debate sobre si Egipto antes de la entrada del islam era copto o no.
"No acepto que digan que Egipto era copto antes del islam porque todavía formaba parte del Imperio Romano, entonces había también romanos ortodoxos y no sólo coptos", insistió Zidan, experto en manuscritos antiguos.
La polémica desatada sobre "Azazil" y los intentos de algunos curas coptos de censurarla "se debe a la presión de la Iglesia", comentó Zidan.
"Después de que lograran prohibir la proyección de 'Ágora', que es una película muy importante, dicen que por respeto a los sentimientos de los coptos, ahora quieren hacer lo mismo con 'Azazil", destacó Zidan, autor de otros libros polémicos sobre el cristianismo.
Zidan piensa que en "Ágora", Amenábar "por motivos técnicos" suavizó el final terrible de Hipatia, algo que él pudo describir con muchos detalles en su literatura.
En "Azazil", los cristianos asesinos de Hipatia agarran su cuerpo desnudo por las calles, le quitan la piel y la cortan en trozos.
El narrador en "Azazil", el monje copto Hiba, cree que Hipatia hizo un gran sacrificio para salvar la sabiduría del mundo Antiguo, y por eso la describe como "la hermana de Jesucristo", otro punto que enfadó a los cristianos.
La novela con la que Zidan quería decir que el peor tipo de violencia es religiosa, que se comete en nombre de la fe, pone la libertad de expresión en Egipto a examen.
Para la Red Árabe para la Información sobre Derechos Humanos (RAIDH), la polémica sobre "Azazil" "da un golpe a la cultura egipcia y a la libertad de expresión".
"Esperamos que la Iglesia deje de perseguir a los escritores creativos", dijo el director de la RAIDH, Gamal Eid.