Docentes de escuelas públicas son perseguidos por sus pares por reclamar el retiro de íconos religiosos y rechazar la bendición de actos para conmemorar fechas republicanas, informaron a AIMdesde Entre Ríos Laica, quienes indicaron que se notificaron sobre las situaciones en la delegación entrerriana del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).
Más allá de que en la Constitución entrerriana y en la Ley provincial de Educación se establece explícitamente que la educación en la provincia es pública, laica y gratuita, “parece que muchos docentes no saben de las normas que los rigen porque instalan íconos religiosos y bendicen actos en escuelas públicas que representa una violencia simbólica y atenta contra la formación del ciudadano”, apuntaron a esta Agencia.
En ese sentido, precisaron que hubo pedidos en escuelas públicas de Paraná campaña para que se retiren crucifijos y no se hagan bendiciones en los actos escolares, pero en vez de discutir sobre los fundamentos de la religión y el criterio por revelación que se contrapone a la ilustración impulsada por los fundadores de la educación argentina “se persigue a los docentes”, afirmaron, y aclararon que los conflictos fueron planteados en la delegación del Inadi en Paraná.
Además, precisaron que la Constitución Nacional y los Tratados de Derechos Humanos que poseen jerarquía constitucional imponen al Estado la adopción de una posición de estricta neutralidad en materia religiosa quedando prohibido el dictado de cualquier tipo de enseñanza confesional en las escuelas públicas.
“La aplicación práctica del dictado –solapado- de educación religiosa en las escuelas públicas es discriminatoria por no establecer uniformidad de criterios entre las distintas instituciones educativas, sobre opción, calificación y eximición de cursado de la materia a niños y niñas no católicos y no creyentes”, aseguraron.
También, explicaron que a la posición de los docentes hay que sumarle que en la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) se colaron muchas células religiosas que clausuran los debates por el derecho al cuerpo de las mujeres, a la educación laica y a los abusos de las instituciones religiosas como la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, “actitud que no es lícita en un espacio de los trabajadores porque negar el debate real de los problemas de la formación del individuo, es desconocer la raíz anarquista de los sindicatos y, consecuentemente, es legitimar la ideología de la clase dominante, es decir, desconocer la consciencia de clase, consolidando las relaciones sociales patriarcales y capitalistas”.
El Estado entrerriano garantiza la educación laica, gratuita y pública
Cabe recordar que el artículo 258 de la Constitución provincial establece que “el Estado garantiza a los habitantes la igualdad de oportunidades para el acceso, permanencia, reingreso y egreso en todos los niveles de la educación obligatoria. La educación común en la Provincia ps gratuita y laica en los niveles inicial, primario, secundario y superior de las instituciones de gestión estatal. La obligatoriedad corresponde a los niveles inicial, primario y secundario o al período mayor que la legislación determine”.
En tanto, en la Ley 9890 de Educación, se determina en su artículo 3º que el Estado provincial “tiene la responsabilidad principal, imprescriptible, intransferible e indelegable, de garantizar una educación de carácter pública, estatal, gratuita y laica en todos los niveles y establecer la política educativa y los fines y objetivos de la educación en el marco de la ley de Educación Nacional Nº 26.206”. A ello se suma el artículo 18 que dispone que el Estado “asegura la educación gratuita y laica en las instituciones de gestión estatal, en los diferentes niveles y modalidades del Sistema Educativo”.
Escuelas públicas de gestión privada, un debate pendiente
Por otro lado, los militantes sociales apuntaron que no es legítimo que el Estado financie la desigualdad de clase y la educación religiosa mediante las escuelas públicas de gestión privada, “porque eso es la tercerización de la formación, la consolidación de la educación como mercancía y la caja de las religiones para formar bases fundamentalistas”.
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