El polémico delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, incumple el Reglamento de Honores Militares
La bandera de España ondea desde el Jueves Santo a media asta en el emblemático Alcázar de Toledo, edificio que alberga, además del Museo del Ejército, la Biblioteca de Castilla-La Mancha, la segunda en importancia del país tras su homóloga de Madrid. Y la razón de que el izado quede a la mitad de la altura del mástil, posición en la que permanecerá hasta el Domingo de Resurrección, no es otra que la celebración de la Semana Santa y la representación del camino del Calvario, que según los católicos recorrió Jesucristo antes de ser crucificado. Y como el supuesto hijo de Dios encontró supuestamente la muerte en el Gólgota, entonces el delegado del Gobierno en la comunidad castellano-manchega, Jesús Labrador, decide, por acción u omisión, guardar riguroso luto y dejar que la bandera de todos los españoles, creyentes o no, se balancee al viento a medio izado en señal de dolor y consternación.
Defensa habla de tradición
En este sentido, ELPLURAL.COM ha contactado con un portavoz del Ministerio de Defensa que, tras constatar que en el edificio del Paseo de la Castellana, sede de la cartera que ostenta Pedro Morenés, la bandera está totalmente izada, achacó a la “tradición” que la enseña nacional en Semana Santa ondee a media asta en el Alcázar de Toledo. “Es una tradición que se remonta tiempo atrás (siglo XVIII) y el Ministerio permite a las unidades militares que decidan sobre el mantenimiento o no de esta costumbre”, concreta el mismo portavoz.
El Alcázar no es una “unidad militar”…
Sin embargo, llama la atención que esta “tradición” se mantenga en el Alcázar de Toledo, que en la actualidad no cuenta con destacamentos ni unidades militares, pero sí alberga todavía la llamada cripta de la ignominia, donde están depositados los restos de militares golpistas como los generales Moscardó o Jaime Milans del Bosch, y que cada 27 de septiembre son venerados por la vertiente más fundamentalista del nacional-catolicismo que saca en procesión la imagen de la llamada Virgen del Alcázar, que partiendo desde del mausoleo de la vergüenza recorre las principales calles del Casco Histórico toledano. Y lo que es peor, con la Iglesia a su lado bendiciendo el golpe de Estado de 1936 que llevó a este país a una guerra fratricida. Aún es más, la catedral abre sus puertas para que los excombatientes celebren en su interior sus actos religiosos.
…Y el delegado del Gobierno infringe el reglamento
Y esto lo conoce a la perfección el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, el servil Jesús Labrador. Eso sí, menos mal que no ha dado la orden de añadir un crespón negro prendiendo en el centro de la bandera, pero sí se ha saltado el Reglamento de Honores Militares (ver BOE) que señala en su artículo tercero, sin más interpretaciones ni “tradiciones”, que: “La bandera permanecerá izada a media asta ininterrumpidamente día y noche cuando el Gobierno decrete luto nacional por un periodo de tiempo determinado (como sucedió recientemente con el fallecimiento del expresidente Suárez). De la misma forma se actuará en el ámbito de las comunidades autónomas (incluida Castilla-La Mancha), de las ciudades de Ceuta y Melilla y en los municipios cuando el luto se establezca por sus órganos competentes”. O lo que es lo mismo, los mandos militares no son “órganos competentes” para decidir que la bandera ondee a media asta, pero sí el representante del Gobierno en una comunidad, aunque su decisión infrinja claramente el citado Reglamento como es el caso que nos ocupa.
La bandera a media asta ondeando en el Alcázar de Toledo el día de Viernes Santo. (Foto: ELPLURAL.COM)
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