La comisión de la Conferencia Episcopal de Bélgica encargada de investigar los abusos sexuales dentro de la Iglesia católica ha recibido decenas de nuevas acusaciones durante este fin de semana, después de que el Papa cesara al obispo de Brujas por abusar de un joven cuando era sacerdote.
El portavoz de prensa de la Conferencia Episcopal Belga, Eric de Beukelaer, ha confirmado a Efe que se han recibido decenas de nuevas denuncias, que ha cifrado entre treinta y cuarenta, "quizás más", aunque no ha querido precisar su número "por motivos de confidencialidad".
De Beukelaer ha recordado que tras el cese de Roger Joseph Vangheluwe -que presentó a Benedicto XVI su dimisión tras reconocer los hechos-, el presidente de la Conferencia Episcopal belga, el arzobispo André-Joseph Léonard, invitó a las víctimas a denunciar los abusos, aunque los sufrieran "en su mayoría, hace mucho tiempo".
Los medios de comunicación belgas se han hecho eco hoy de una "oleada" de nuevas denuncias de víctimas que podrían haber sufrido abusos sexuales por parte religiosos en Bélgica, en su mayoría cometidos por sacerdotes en el pasado, algunos de los cuales ya podrían haber fallecido.
Respecto al número de denuncias, el diario Het Laatste Nieuws afirma que se han recibido una decena, el rotativo De Morgen habla de "varias decenas", mientras que los periódicos Het Nieuwsblad y De Standaard mencionan hasta cuarenta acusaciones.
Vangheluwe, de 74 años, presentó su dimisión al Papa tras reconocer haber abusado de un joven -su sobrino, según varios medios belgas- a finales de los ochenta.
En el comunicado en el que el Vaticano hizo público su cese, el obispo afirmaba que el "temporal mediático" de las últimas semanas había "reforzado el trauma", de modo que le impedía "continuar en esa situación".
Su cese se produjo un día después de que Benedicto XVI aceptara la renuncia de un obispo irlandés, acusado de haber encubierto los abusos sexuales infligidos por clérigos a menores cuando era prelado auxiliar de Dublín.