La postura del Gobierno ante el aborto
Meses antes de ser presidente del Gobierno, en periodo electoral, la ley del aborto no fue uno de los principales ejes de la agenda política de Mariano Rajoy. La crisis económica o la reforma educativa ocuparon mucho más espacio en sus mítines. Pero, cuando trató el tema se centró en un mensaje principal: "Proteger el derecho a la vida". Ahora, las palabras del Alberto Ruiz-Gallardón dan un giro a sus argumentos contra el aborto. Habla de 'violencia estructural' que lleva a abortar.
Desde que el Gobierno de Zapatero aprobase la nueva ley del aborto en 2010, han sido muchas las críticas vertidas por el Partido Popular al respecto. De hecho, se presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional y fueron muchos las voces populares, incluída la del propio Rajoy, que señalaron la posibilidad de derogar la normativa en caso de ganar las elecciones generales.
Sin embargo, en su programa electoral el Partido Popular se centró en la protección del derecho a la vida más que en la derogación o no de la nueva ley del aborto: "La maternidad debe estar protegida y apoyada. Promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad. Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores."
Ya en el poder, el ministro de Justicia, Gallardón, lleva algunos meses tratando el debate de la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva, la 'ley del aborto' aprobada por los socialistas. En enero, anunció una de las primeras modificaciones: la necesidad de contar con un permiso paterno en el caso de abortar con 16 o 17 años.
Unas palabras apoyadas por la ministra de Sanidad, Ana Mato, que no anunció la derogación de la ley del aborto, pero señaló que las mujeres podrán "optar por otra decisión" que no sea el aborto. Se emprenderá, dijo, "una modificación legal para que los niños no puedan abortar sin consentimiento ni conocimiento, fundamentalmente, de sus padres".
Ahora, el titular de la cartera de Justicia ha incidido en la necesidad de reformar esta normativa para "aumentar el derecho a la maternidad". Y añadió: "Creo que en muchas ocasiones se genera la violencia de género estructural contra la mujer por el mero hecho del embarazo". No hizo alusión al argumento hasta ahora empleado sobre proteger al derecho a la vida.
Gallardón subrayó así que el legislador "no debe ser indiferente" ante estas situaciones porque, si se observa la realidad, muchas mujeres "ven violentado su derecho a ser madres por la presión que genera a su alrededor determinadas estructuras" que, en supuestos embarazos no deseados, las hacen "responsables únicas de esos conflictos".
Estas palabras, criticadas por partidos de la oposición y por distintas organizaciones, han sido inmediatamente apoyadas por los compañeros de partido, como Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior: "Apoyo totalmente lo que ha dicho el ministro de Justicia. Estudios universitarios muy solventes avalan por ejemplo que 9 de cada 10 mujeres sufren acoso laboral cuando están embarazadas y que un 25% de las mujeres son despedidas precisamente cuando quedan embarazadas".
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, también ha expresado su coincidencia de criterio con el ministro de Justicia: "Yo siempre sobre el aborto he dicho lo mismo: no es un derecho, es un fracaso de la mujer en todos los supuestos. De ahí que la tengamos que meter en la cárcel, yo no lo creo. Pero sí hay que cambiarla y estoy de acuerdo con Gallardón".
También ha apoyado el mensaje, una vez más, la titular de Sanidad, Ana Mato, que ha apostado por luchar para que las mujeres que quieran ser madres "no dejen de serlo por presiones económicas, sociales, laborales o familiares".
El presidente del Gobierno y el ministro de Justicia, hace unos días.| Efe/Ballesteros
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