La vicepresidenta dice que la discrepancia no está reñida con unas relaciones leales con la Iglesia
La portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, recalcó tras el habitual consejo de ministros de los viernes que las relaciones con la Iglesia católica están basadas en "la lealtad", lo que "no está reñido" con la discrepancia en asuntos como la ley del aborto.
En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Fernández de la Vega señaló que la Iglesia tiene derecho a opinar, pero "a la hora de legislar, la palabra la tienen los representantes de la soberanía, el Parlamento, que está trabajando en una ley de salud y reproducción sexual cuyo fin es dar más garantías y protección".
Poco antes del consejo de ministros, la Conferencia Episcopal Española (CEE) planteó que el aborto sea considerado un delito y subrayó que la doctrina de la Iglesia en relación con el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo "no va contra nadie ni contra ningún partido".
Tras manifestar su alegría por el acuerdo alcanzado ayer, jueves, en la Comisión de Igualdad del Congreso sobre la ley del aborto, la portavoz del Gobierno indicó que el texto resultante "ha enriquecido" la iniciativa presentada inicialmente por el Ejecutivo.
A su juicio, ello se traducirá en mayores garantías para las mujeres que deciden interrumpir su embarazo, así como en una "mayor equidad", más información y facilidades para acceder a los recursos sanitarios, que, aseguró, finalmente redundará en la prevención de embarazos no deseados.