La vicepresidenta primera del Gobierno prevé que la nueva Ley de Libertad Religiosa esté lista antes del verano.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, considera que la polémica suscitada sobre el uso del velo islámico por escolares debe "resolverse desde posiciones conciliadoras, evitando la tentación de crear un problema donde no lo hay".
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega recordó que el Ejecutivo, por "principio general", es "partidario de respetar los usos y costumbres religiosos y culturales", siempre y cuando no atenten contra los derechos fundamentales ni sean contrarios a la seguridad.
En su opinión, y desde "un punto de vista social", la vicepresienta dijo que "el uso de símbolos religiosos no constituye ningún problema social en nuestro país". "No es lo mismo la aconfesionalidad en las instituciones públicas que los derechos individuales que, si se ejercen con respeto, hay que garantizarlos", añadió.
La nueva ley, antes del verano
Asimismo, la vicepresidenta anunció que espera que la nueva Ley de Libertad Religiosa "esté lista antes de verano". Según informó, la norma se halla en estos momentos en proceso de elaboración, por lo que "es pronto para concretar hasta qué nivel de detalle va a regular".
La nueva ley busca adecuar la Ley de Libertad Religiosa aprobada hace 30 años, incorporar la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y de la Corte de Derechos Humanos de Estrasburgo y asegurar la igualdad y la pluralidad religiosa, según ha explicado De la Vega.
Por último, recordó que esta norma es "una ley orgánica que afecta a derechos fundamentales, con lo que ha de elaborarse con sumo cuidado y rigor".
