La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo a los obispos que el pecado "es un concepto que se sitúa en el ámbito de las creencias y no tiene ninguna cabida en el ordenamiento jurídico" después de que reiteraran hoy quien vote a favor de la ley del aborto no podrá comulgar por incurrir en "situación objetiva de pecado". Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega reconoció a la Iglesia su derecho a opinar en los debates sociales -en este caso, el del aborto- pero apuntó que "es al Gobierno y a los parlamentos a quienes corresponde aprobar las leyes y desarrollar las políticas.
"Y además el derecho a hacerlo sin injerencias de ningún tipo", añadió la número dos del Gobierno, al tiempo que afirmó que "los obispos saben muy bien que en democracia los poderes públicos y el Parlamento actúan con plena independencia de las confesiones religiosas".
Finalmente, defendió el proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que pasó ayer su primer trámite en el Congreso de los Diputados, y de la que dijo que pretende dar más garantías a las mujeres y a los profesionales. En cualquier caso, dijo que "nadie que no quiera abortar o practicar un aborto está obligado a hacerlo". "Estamos haciendo las cosas como procede y donde procede en democracia", reiteró.