Los cristianos de Siria conocen la realidad que viven, por eso no se dejan engañar por la propaganda imperial (ver¿Pretende Obama proteger a los cristianos de Irak y Siria?). Y por eso los medios del sistema, que dicen defenderlos, los silencian sistemáticamente. Fieles de diferentes confesiones, pertenecientes a la jerarquía o no, intentan hacer oír su voz (ver Verdades y mentiras sobre Siria (IX): Asad, los sirios y la guerra).
El arzobispo sirio-católico Jacques Behnan Hindo ha comentado las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en las que afirmaba que el Estado Islámico o Daesh «es responsable por genocidio contra grupos en las áreas bajo su control, incluyendo a yazidíes, cristianos y musulmanes chiitas. Daesh es genocida por autodefinición, por ideología, y por sus acciones, en lo que dice, por lo que cree y por lo hace» (Fides, 18.3.16).
Según el arzobispo Hindo, «la proclamación del genocidio se realiza orientando la atención hacia el Daesh y censurando toda la complicidad y los procesos histórico-políticos que llevaron a la creación del monstruo yihadista, desde la guerra librada en Afganistán contra los soviéticos mediante el apoyo a los grupos islamistas armados. Se quiere borrar de un golpe todos los factores extraños que dieron lugar a la aparición repentina y anómala del Daesh. Mientras que sólo hasta hace poco, Turquía y Arabia –países aliados de los Estados Unidos– presionaban para que los yihadistas de Al-Nusra tomasen distancia de la red de Al Qaeda, con el fin de ser clasificados y tal vez incluso ayudados por Occidente como ‘rebeldes moderados’…».
En su opinión, «la intervención rusa en Siria ha aumentado la autoridad de Moscú en un amplio sector de los pueblos de Oriente Medio, no sólo entre los cristianos. Los círculos de poder de losEstados Unidos temen esto, y por ello han decidido jugar la carta de la protección de los cristianos. Parece que estamos de vuelta al siglo XIX, cuando la protección de los cristianos de Oriente Medio era un instrumento de las operaciones geopolíticas para aumentar la influencia en la región».
Según Hindo, también es engañoso presentar a los cristianos como las víctimas exclusivas o prioritarias del Daesh: «Esos locos matan a chiítas, alawitas y también a todos los sunitas que no se someten a ellos. De los 200.000 muertos en el conflicto sirio, los cristianos representan una mínima parte. Y repito, en ciertos casos a los cristianos se les permite escapar o pagar la cuota de sumisión, mientras que para los no cristianos sólo queda la muerte».