El diputado asturiano pedirá al Gobierno que informe del acuerdo al Congreso
El asturiano Álvaro Cuesta, diputado socialista en el Congreso y secretario de política municipal y libertades públicas del PSOE, asegura que «nadie» les ha dado cuenta de los términos del acuerdo económico que el Gobierno alcanzó con la Conferencia Episcopal. Destacó que sigue apostando por incentivar las donaciones de los fieles a través de deducciones fiscales.
«En los últimos días hemos sabido de la existencia de un acuerdo de la vicepresidenta del Gobierno con la Conferencia Episcopal. Tengo que decir que, como presidente de la Comisión de Justicia y como responsable de la comisión ejecutiva del PSOE en los temas de libertades públicas, nadie nos ha dado traslado de información alguna, ni se ha tenido en cuenta nuestro punto de vista», criticó. El dirigente socialista se pronunció así la noche del jueves en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se encargó de presentar una conferencia de su compañero de partido Pedro Zerolo sobre la «Laicidad y libertad de conciencia religiosa».
Tras anunciar que reclamará al Gobierno, «por vía parlamentaria», el texto donde se recoge el acuerdo alcanzado con la Iglesia, reiteró que su criterio es fomentar un sistema compatible con el marco constitucional como sería, a su criterio, «potenciar las donaciones de los fieles a las iglesias, incentivando la deducción fiscal de tales donaciones, suprimiendo de forma gradual y definitiva la financiación directa por medio de los Presupuestos Generales».
Aconfesionalidad
Cuesta añadió que se están viviendo tiempos en los que se aprecia «un cierto recrudecimiento» de la «intransigencia y la crispación política y social» que, desde su punto de vista, está causada por «sectores de la jerarquía eclesiástica» y sus «medios de comunicación».
«Se ha pretendido imponer la enseñanza obligatoria de la religión», apostilló. Agregó que, a su entender, la laicidad basada en la «aconfesionalidad» y «neutralidad» del Estado «aún no han alcanzado en España su plenitud. En el derecho y en nuestro ordenamiento nos seguimos encontrando con reminiscencias de confesionalidad, y no todas proceden del pasado».