Marcha contra la injerencia de la Iglesia católica en políticas públicas y la asignación por parte del Estado a este culto.
Bajo los lemas “De nuestros impuestos, a la iglesia cero” y “No al robo de la Mezquita de Córdoba”, un centenar de personas se manifestaron por el multicultural barrio madrileño de Lavapiés.
Inmersos en plena campaña del IRPF, se propugnó que no se marquen ninguna de las dos casillas sobre el uso del 0,7 % de los impuestos. La asignación a la Iglesia Católica para culto y salarios del clero, correspondiente a las declaraciones de la renta que el año pasado marcaron su casilla (el 19%) ascendió a 250 millones euros. En cuanto a las casillas marcadas “para fines sociales”, resultó que a Fundaciones y ONG de la Iglesia Católica se asignaron otros 100 millones de euros. Dado que un 16% de los declarantes marcaron simultáneamente a la Iglesia Católica y a Fines Sociales, sólo el 35% de las declaraciones totales contiene una X a favor de la Iglesia, lo que contradice que España “sea un país mayoritariamente católico” como se nos intenta hacer creer.
Organizada por la Asociación madrileña de ateos y librepensadores y la Asamblea vecinal “La playa de Lavapies”, otras demandas fueron contra la enseñanza de la religión en las escuelas (“Menos religión y más educación”; “Menos crucifijos y más empleos fijos”), contra la nueva ley del aborto (“Sus rosarios, fuera de mis ovarios) y por la derogación de los acuerdos con la Santa Sede, que le siguen concediendo enormes privilegios económicos y políticos.
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