El 26 de Septiembre a las 11h se han dado cita en el obispado de Córdoba un grupo de personas para apostatar de manera colectiva. La iniciativa partió del circulo cultural Juan XXIII, con la colaboración y asesoramiento de Córdoba Laica.
En la Carta Programática de Europa Laica se dice: “En coherencia con sus postulados y objetivos, la Asociación Europa Laica propugna la laicidad, entendida como el establecimiento de las condiciones jurídicas, políticas y sociales idóneas para el desarrollo pleno de la libertad de conciencia, base de los Derechos Humanos”.
Es en nombre de la libertad de conciencia por lo que desde Cordoba Laica-Andalucía Laica apoyamos este acto colectivo de apostasía, que no es otra cosa que manifestar el deseo de abandonar una organización como la Iglesia católica, que tiene institucionalizado como medio de pertenencia un acto impositivo como es el bautismo de bebés que no tienen voluntad propia, al tiempo que acude al miedo psicológico en los padres mediante la amenaza de penas eternas si sus hijos no están bautizados.
Esta situación es común en cualquier lugar donde la Iglesia se encuentre presente. Así, en nuestro país, los padres de quienes nacieron durante la dictadura no tuvieron la posibilidad de elegir, ya que la religión católica era la oficial del Estado, por lo que a los españoles se les forzaba a pertenecer a esta religión, aun en contra de su voluntad.
Por otro lado, resulta chocante comprobar que en pleno siglo XXI, con los niveles de conocimiento y de avances alcanzados por las ciencia, se siga practicándo un ritual primario, irreversible según la Iglesia, en el que no se respeta la futura libertad del recién nacido al incluirlo en una organización en la que se le adoctrinará, ya que no forma parte de ella la libertad de conciencia y la capacidad de decisión propia.
Hemos de considerar que la presión psicológica que ejerce la Iglesia católica sobre los padres para que bauticen tempranamente a los hijos va contra un hecho esencial del ser humano como es la libertad de conciencia, libertad que es necesaria para el pleno desarrollo humano sin estar sometido a los miedos irracionales que son introducidos en la fase de formación de la personalidad.
Bien es cierto que el bautismo en la niñez se ha convertido en una tradición y que una parte de la población la sigue sin detenerse a pensar en lo que ello significa para quienes son bautizados. De todos modos, según datos del CIS, en la actualidad, un número significativo de padres y madres jóvenes se niegan a bautizar a sus hijos al ser conscientes de que una cosa es que les hayan dado la vida y otra pensar que ellos son los propietarios de la libertad que sus hijos o hijas deben ir teniendo para que puedan decidir en el futuro sobre sus propias vidas.
Desde esta perspectiva, en Córdoba Laica queremos expresar nuestro rechazo a las instituciones u organizaciones que no respetan los derechos de la infancia, no practican la democracia en su seno, al tiempo que utilizan medidas psicológicas de intimidación para afianzarse como poder establecido.
Apostatar es, pues, abandonar la pertenencia a la Iglesia católica, lo que implica una decisión firme y madurada, con la ventaja de saberse libre de esas presiones y dependencias; aunque, según la propia Iglesia, tiene los inconvenientes de no recibir “los sacramentos que ayudarán a no verse uno o una condenado eternamente”.