El Cabildo abrirá a las visitas turística la torre de la Mezquita Catedral
Era una vieja demanda de los turistas que por fin se va a hacer realidad: el Cabildo abrirá en 2014 a las visitas turísticas la torre de la Catedral, el alminar en la antigua mezquita desde el que el muecín llamaba a la oración.
Las visitas al campanario del principal templo cristiano de la ciudad no sólo permitirán contemplar uno de los lugares que ha permanecido más oculto al público, sino, además, contemplar unas vistas privilegiadas al ser la torre el punto más alto de Córdoba, pues las construcciones de los edificios de la ciudad han respetado con el tiempo la altura del antiguo alminar.
El canónigo responsable del área de Turismo del Cabildo Catedralicio, Manuel Montilla, ha explicado a ELMUNDO.es que esta iniciativa pretende "ofrecer y satisfacer las necesidades de la cultura y del turismo. Pretendemos facilitar una buena imagen de Córdoba, ciudad Patrimonio de la Humanidad, y de su Catedral".
Todo surge del contacto directo que el Cabildo mantiene con las instituciones turísticas de la ciudad y con los propios viajeros que visitan el monumento. "Todos preguntaban continuamente cuándo se iba a poder subir a la torre y decidimos abrirla al público". Tras unos meses dedicados a realizar estudios técnicos para comprobar la seguridad y la capacidad del espacio así como algunos arreglos y pruebas, la puesta en marcha de este proyecto será una realidad a comienzos de 2014, aunque con algunas limitaciones.
El horario, de partida. No se podrá subir a la torre mientras las campanas repiquen, es decir, a mediodía, por el rezo del Ángelus. Ni tampoco se podrá acceder hasta el cuerpo superior de la torre, donde se encuentran las campanas. Además, las visitas serán de grupos reducidos de no más de 20 personas, a las que un guía explicará su historia.
El portavoz del Cabildo explica que el campanario sólo podrá ser visitado por grupos organizados, es decir, las visitas no estarán abiertas al tránsito de personas que a título individual quieran conocerlo. "Por motivos de seguridad no se les puede dejar que vayan libremente para arriba y para abajo", matiza Manuel Montilla. Además, aún se está estudiando si se permitirá a los niños la entrada, aunque vayan acompañados de adultos.
¿Pagarán más?
Otra de las cuestiones que el Cabildo tendrá que dejar cerrada en el último trimestre de 2013 es si los turistas tendrán que pagar una entrada adicional a la que ya se cobra por visitar el alminar o no. Montilla cuenta que se están barajando dos posibilidades: que el donativo de ocho euros por visitar la Mezquita incluya la visita al campanario, lo que plantea "dificultades, porque no se sabrá si los visitantes cumplen o no los requisitos para subir", o cobrar un precio por subir sólo a los que lo hagan.
Este enclave se encontraba cerrado desde los años noventa, cuando el campanario tuvo que someterse a un complejo proceso de restauración, otro más. Desde entonces, el acceso estaba restringido.
Con la puesta en marcha de este proyecto turístico, el Cabildo Catedralicio completa el paquete que ofrece a los viajeros que recalan en la ciudad, después de que hace tres años pusiera en marcha las visitas nocturnas a la Mezquita bajo el nombre El alma de Córdoba, inauguradas por los Príncipes de Asturias, y que han cosechado un gran éxito, a pesar de los 18 euros que cuesta.
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