Uno depende del Instituto Murciano de Acción Social, han montado en su salón un altar, el otro del Ayuntamiento.
Desde el Observatorio hemos denunciado en varias ocasiones la presencia de símbolos religiosos en este centro público para mayores, crucifijos, vírgenes,… Ahora han convertido el salón en una iglesia, montando su altar, por supuesto tampoco falta el belén.
Un centro público, dependiente del Instituto Murciano de Acción Social, del gobierno de la Comunidad de Murcia, se salta la aconfesionalidad y confunde las funciones del Estado con las de la iglesia católica. Es evidente que las labores de culto no forman parte de las tareas que la ley encomienda a las Comunidades Autónomas, pero hay jueces y autoridades que siguen anteponiendo sus creencias a la labor que el Estado les encomienda.
Yampoco el Ayuntamiento de Alcantarilla se queda al margen de este confesionalismo y monta belenes en el Centro Cultural Infanta Elena.
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