Organizada por Úbeda Laica, ha tenido lugar el día 2 en el salón de la UNED de la ciudad una interesante conferencia sobre el asunto a cargo de José Luis Serrano. El catedrático de Filosofía del Derecho de Granada disertó de manera muy accesible y con profundidad sobre ambos conceptos y el muy distinto significado que a los mismos y a sus antónimos se les han atribuido a lo largo de la historia. Inició aclarando el frecuente malentendido sobre laicismo al tomarlo como enemigo de la religión. Si se entiende que el término propugna la defensa de toda libertad de conciencia, cae de su peso que en ésta se incluye también la libertad religiosa. El laicismo, al proponer la separación de la esfera pública o estado (lo común de la ciudadanía) de la esfera privada (las creencias religiosas o no de cada cual), a lo que se opone es al clericalismo y a sus excesos entrometiéndose en la sociedad en general. Habló de la superación del vasallaje como hecho significativo para el acceso al republicanismo. Además éste se apoya en: la democracia, los derechos humanos (inalienables?), e individualismo ético. Con elocuentes ejemplos, advirtió sobre los peligros del paternalismo, la verdad y los excesos que sobre la misma , al imponerla como absoluta, ha propiciado el clericalismo. Siguió precisando que lo opuesto al verdadero republicanismo es el imperio. La monarquía es una forma de organización no republicana, pero no la única. El verdadero republicanismo se asienta en que el poder emane del pueblo. Esta condición se dá en pocas situaciones y épocas cualesquiera que sea el nombre que se da al régimen.
En un animado coloquio se debatieron, no siempre con total consenso, distintos asuntos. Se aclaró de nuevo, tratando sobre Turquía o Egipto el reparto de papeles de los otros poderes del estado (obras, economía,…) y el del clero (la educación, el sexo,.."¿lo sucio?".
Sobre semana santa y romerías, puso encima de la mesa teorías antropológicas, en las que Andalucía iba más allá de lo religioso, para entrar en su cultura o idiosincracia. Se argumentaron raices precristianas, e incluso una cierta autonomía de los cofrades con respecto al clero oficial. Hubo quienes argumentaron que ciertos excesos, violentando la convivencia del conjunto, e incluso renunciando a la raiz popular que en algún momento se pudo tener (gremial o presindical,..), para caer en la imitación de modelos ajenos o importados, tenían menos defensa desde el campo antropológico que desde el campo neoliberal.
Recordando el peligro que sobre el saber sigue planteando el clericalismo, con estudios pseudo científicos y otros señuelos, en general más peligrosos que capillas y patronazgos, recordó que el enfrentamiento con Galileo, lamentablemente se mantiene aunque los porcentajes de científicos vayan disminuyendo a un ritmo muy apreciable.
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