La introducción de la escuela laica en España a partir de los años ochenta del siglo XIX vendrá de la mano de asociaciones vinculadas al librepensamiento y la masonería, de agrupaciones republicanas y de grupos anarquistas. Desde sus comienzos, su desarrollo resultó extraordinariamente difícil. No resultaba fácil disponer de financiación para los locales, ni tampoco contar con el profesorado y los libros de texto adecuados. Pero, sobre todo, los impulsores de la escuela laica pronto van a tener que afrontar el acoso sistemático de la Iglesia española y de los grupos sociales y políticos más conservadores que, a todos los niveles, opondrán una feroz resistencia a los tímidos y limitados intentos de secularización de la vida social española. En ese esfuerzo, la escuela laica debía haber jugado un importante papel, que quedará seriamente limitado por el reducido número de escuelas laicas realmente instaladas en España.
Las objeciones de conciencia en las Américas · por Javier Martínez-Torrón
Resumen: La finalidad de este trabajo es proporcionar una visión de conjunto de cómo se abordan en el…