8 DE MARZO
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Hace más de un siglo que el 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Desde entonces, las mujeres salen a la calle para reivindicar la igualdad de derechos con los hombres, el derecho al voto, al trabajo con salarios iguales, a ocupar cargos públicos, a estudiar y acceder a las universidades, a no sufrir discriminación y violencia por el hecho de ser mujeres.
En España aún necesitamos trabajar para lograr la igualdad entre hombres y mujeres, para lo que es imprescindible el avance de la aconfesionalidad-laicidad. El Estado no debe utilizar recursos públicos para financiar idearios religiosos que conculcan la libertad de conciencia de niñas y niños, idearios con dogmas que segregan por género relegando claramente el de la mujer.
Exigimos que se aplique la aconfesionalidad que reconoce la Constitución
y que por tanto:
Se deje de sufragar a las escuelas que segregan por sexo.
Se suprima la financiación de escuelas concertadas (especialmente aquellas con ideario religioso) que son el mayor factor de adoctrinamiento y de segregación educativa y social.
Se elimine la asignatura de religión, herencia de la dictadura y de los acuerdos tardofranquistas con el Vaticano, con connotaciones machistas, impartida por catequistas en escuelas privadas, concertadas y públicas.
Se implemente la educación afectivo-sexual para promover relaciones sexuales libres e iguales que no tengan su base en la violencia.
Se deje de subvencionar a religiones que discriminan a la mujer, que la excluyen de sus puestos de dirección y luchan fervientemente contra sus derechos reproductivos. La Iglesia católica recibe unos 12 000 millones de euros anuales y el Gobierno ha mostrado su interés por aumentar los privilegios de las religiones islámica, evangélica y judía.
Denunciamos las condiciones en que la Iglesia católica mantiene a la mayoría de las mujeres consagradas (monjas), muchas en clausura y traídas de países empobrecidos, que han introducido en sus congregaciones a muy temprana edad, y a las que se les niegan derechos como la libertad de movimiento, la autonomía económica, el ejercicio de relaciones afectivo-sexuales en libertad o la posibilidad de formar su propia familia. Todas las religiones son muy conscientes de que el feminismo es una amenaza a sus intereses y al mantenimiento de sus estructuras de poder. Hace pocos días el papa ha declarado: “Hoy, el peligro más importante es la ideología de género”: el feminismo, liberador del patriarcado, no es del gusto del líder de la religión católica.
Sólo un Estado laico libre de injerencias religiosas puede garantizar que podamos continuar avanzando hacia una igualdad real y efectiva. Debemos salir a defender la laicidad del Estado y de las instituciones, que apueste por una enseñanza pública, laica e igualitaria que no quede en manos de un poder religioso que promueve el patriarcado. Como laicistas asumimos la salvaguarda y garantía de los valores basados en los Derechos Humanos. Como laicistas no podemos ser otra cosa que feministas.
Invitamos a las organizaciones feministas a exigir un Estado laico que no otorgue ningún privilegio a organizaciones misóginas, como la Iglesia católica y otras religiones, que a lo largo de su historia han atacado la libertad de las mujeres y los derechos que conquistaban. Este 8 de marzo Europa Laica quiere denunciar el genocidio que viene practicando el gobierno israelí contra el pueblo palestino, del que las mujeres y las niñas y niños son especialmente víctimas. Esta guerra de exterminio es la materialización apocalíptica del más cruel fundamentalismo religioso, que en nombre de su dios implanta un patriarcado colonialista.
Europa Laica estará de nuevo el 8 de marzo en las calles exigiendo los derechos de las mujeres y el final de la desigualdad estructural a la que están sometidas.