El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, ha encuadrado dentro de la "normalidad" de un Estado aconfesional que la proclamación del rey Felipe VI se celebre sin ningún acto religioso.
En declaraciones al Canal 24 horas de TVE, el portavoz de la Conferencia Episcopal se ha mostrado convencido de que Felipe continuará la tradición católica de la familia real, aunque "no necesariamente ese día", y ha augurado que el Vaticano será uno de los primeros destinos del nuevo monarca.
Gil Tamayo ha justificado la ausencia de una misa de entronización en este caso, a diferencia de la coronación de Juan Carlos I. "En la España del siglo XXI el concepto es distinto que en la coronación del rey Juan Carlos, cuando era todavía un estado confesional y no se había aprobado la Constitución".
El portavoz ha insistido en que ahora hay "otra forma de vivir las cosas y otra escenografía", aunque tiene la "certeza" de las "convicciones cristianas del heredero de la corona".
Esto no quita, ha recordado Gil Tamayo, que la casa real española sea "por tradición una monarquía católica". "La casa real tendrá unas manifestaciones coherentes con esa tradición de la Familia Real y no con la del Estado aconfesional", ha sostenido. Como prueba, ha señalado que "el elemento religioso está incluso en la misma corona, que lleva una cruz encima".
"Una de las primeras visitas que harán al extranjero los nuevos reyes, como ha ocurrido siempre en la casa real española, será para ver al Papa Francisco", ha apostillado.
En cualquier caso, ha reiterado el apoyo de la Iglesia Católica a los nuevos reyes y el agradecimiento a don Juan Carlos por sus 39 años de reinado. "Todos vamos a rezar por nuestro futuro rey y lo vamos a hacer desde la naturalidad", ha finalizado.
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