Desde Chunta Aragonesista consideran improcedente que el día 1 de noviembre, fecha en la que se recuerda a todas las personas que ya no están entre nosotros, el Equipo de Gobierno siga con las mismas prácticas de mezclar el poder civil con el religioso, prácticas contradictorias en una Sociedad Civil Laica.
Añaden que es imprescindible establecer una clara separación entre los actos institucionales que organiza el Ayuntamiento de Huesca con los que pudiera organizar, en este caso, la Iglesia Católica. Desde CHA explican su razonamiento diciendo que “el Alcalde y los concejales representan oficialmente a toda la población de la Ciudad, cuyas creencias particulares son libres y privadas, por lo que cualquier representación religiosa está fuera de lugar, más en un día de homenaje tan sensible como el referido”.
Concluyen en su comunicado expresando que su Grupo político respeta todos los Credos, pero exige que estén en el lugar que les corresponde en una Sociedad Civil Laica, es decir, en el ámbito privado de las personas, en la Parroquia, en la Mezquita y en las Iglesias de cualquiera que sea la confesión. Afirman, la libertad de culto es un derecho fundamental y ninguna administración puede tomar partido por una confesión en concreto como lo hace el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Huesca.