Cesa la lucha legal para reconectar a Terri Schiavo

    Tras conocerse la decisión, el letrado de Bob y Mary Schindler, David Gibbs, reconoció que "no quedan apelaciones federales" en el caso, que durante más de una década ha enfrentado a la familia biológica de Terri y al que era su marido, Michael Schiavo. Gibbs dejó implícito también que los padres no intentarán recurrir de nuevo al Tribunal Supremo.
    La sentencia que parece haber agotado la vía judicial (aunque queda un pequeño resquicio de actuación a nivel estatal) la dictó ayer el juez George Greer en respuesta a un recurso presentado el viernes. En éste, los padres de Schiavo aseguraban que su hija había intentado decir "yo quiero vivir" en presencia de varias personas, por lo que intentaban que recibiera fluidos intravenosos hasta que se volviera a comprobar su capacidad de respuesta cerebral. En la sorprendente moción se podía leer: "Llegó a articular los sonidos de las primeras letras, primero articulando yo y luego prácticamente gritando quie…".
 JEB BUSH, SIN RECURSOS
    Aunque han perdido la guerra legal, los padres siguieron librando batallas emocionales y políticas. En declaraciones a los periodistas a las puertas del centro médico donde Terri Schiavo pasa sus últimas horas de vida, Bob Schindler aseguró que su hija está "muy bien dadas las circunstancias" (ocho días sin recibir líquidos ni alimentos) y dijo que "está peleando como el demonio por sobrevivir". Según el padre, "es obvio que ella no quiere tirar la toalla y no quiere morir".
    Schindler apeló también a los políticos, pero éstos parecen haber agotado su capacidad de intervención. El gobernador Jeb Bush, alineado con quienes quieren mantener a Schiavo viva, aseguró que ha agotado sus posibilidades dentro de los límites de la Constitución de Florida.
    Mientras, la policía detuvo en Carolina del Norte a Richard Alan Meywes, un hombre que había ofrecido en internet una recompensa por matar al marido de Terri y al juez Greer.