Dar una noticia falsa y expandirla por la web es un hecho demasiado fácil para resultar tan peligroso y dañino. El pasado martes, el I.E.S. Maimónides era acusado de fomentar la zoofilia en la materia de Educación para la Ciudadanía. Bastaba la denuncia mediática de una plataforma por la “educación en libertad” para que se vertieran sobre el Instituto y su profesorado toda serie de improperios, injurias y falsedades. La presunción de inocencia no nos es reconocida, siempre ocurre así, máxime cuando el grave asunto que se nos imputa representa una magnífica oportunidad para librar otras batallas a las que el centro educativo siempre ha querido permanecer ajeno. Sólo un medio requiere información a la dirección del centro y, sin embargo, la trascendencia mediática supera todo lo imaginable y el I.E.S. Maimónides es despedazado en toda la prensa digital.
El profesor de EPC niega rotundamente los hechos, me manifiesta no haber tratado aún el tema de la sexualidad en la materia y, junto a los delegados de curso, todos se muestran extrañados, sorprendidos e indignados. De nada ha servido impulsar y cuidar los cauces de comunicación dentro y fuera de la comunidad educativa. Cuando hay intereses espurios e inconfesables las actuaciones siempre concuerdan con ellos. Interesa el escándalo. No es necesario contrastar la noticia. ¡Que demuestren su inocencia! Todo vale. Difama que algo queda.
En este ambiente atribulado y convulso es preciso continuar. Ahora, más que nunca, el profesorado debe mostrar la profesionalidad e integridad que siempre le ha distinguido, con su compromiso y buen hacer. Es hora de presentar a nuestros depredadores en un negro contra blanco, en el que unos muestren sus virtudes frente a las miserias de los otros.
Los centros educativos requieren tranquilidad, solicitan confianza y necesitan credibilidad. Se nos acusa a los centros públicos de adoctrinar a nuestro alumnado siguiendo unas directrices que nunca he recibido en mi dilatada etapa de director. Muy al contrario, siempre hemos educado en valores desde los planteamientos éticos y morales que conforman la pluralidad de un profesorado comprometido con su importante labor. Buena prueba de ellos es que nadie, nunca, en el centro ha objetado la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
Creo que lo expuesto invita a una seria reflexión sobre muchos e importantes aspectos. Me perdonará el lector si mis reflexiones las reservo para mis alumnos. No todo vale en esta vida y lo sucedido me brinda un magnífico contraejemplo para mostrarles cómo no deben conducirse. Espero que nadie me tache por ello de adoctrinamiento interesado.
¡Ah, se me olvidaba! El I.E.S. Maimónides buscará amparo en los tribunales mediante la interposición de la correspondiente demanda judicial.
Salvador Navarro Aganzo Director del I.E.S. Maimónides
Gracias a cuantos nos han manifestado su total y sincera solidaridad