Tuve conocimiento, ya, el año pasado, de la organización de procesiones católicas en el centro que usted dirige, en este año, nuevamente, se dan estas circunstancias como actividades extraescolares, eso sí, teniendo el ensayo para este año de la semana santa, cual costumbre, por lo que le hago llegar mi disconformidad sobre este asunto.
Sí, deben de hacerse actividades extraescolares en todos los centros educativos financiados con el dinero público, como que, se explicara y tuviera presente, lo difícil que fue el proceso que llevó a que en la Constitución de 1978, se asumiera la ACONFESIONALIDAD del Estado.
Creía, que habían quedado atrás los 40 años de la dictadura fascista del general Franco y el tiempo de “por el imperio hacia Dios”, en su centro educativo esto no es así.
Si quieren educar con actividades extraescolares, se puede hacer y de muchas maneras, que las hay y cierto es, que ustedes están obligados a conocerlas por su profesión, pero no deleitando a los niños/as con esa practica seudoreligiosa de procesiones de semana santa, ahí tienen a la madre naturaleza.
Que sea tolerante, no quiere decir que deje a todo el mundo hacer lo que quiera, por eso, en ese espacio público que es el COLEGIO, hecho con algo de mis impuestos, no deseo que se lleven a efecto esas practicas religiosas católicas. No deseo perseguir las creencias o no creencias de nadie, si no de propiciar el espacio adecuado de cada uno. Desde luego, no soy ningún anticlerical, lo que quiero es distinguir lo que son las facetas de las personas en su espacio privado y en los lugares públicos y del Estado.
Como ciudadano le expreso mi queja por lo antes dicho, para cuanto quiera como es natural me tiene usted y el claustro de profesores a su disposición.
